¿Qué puede ocurrir cuando Alaska se adentra una noche en el glamuroso universo de Carolina de Mónaco ? Pues, sin duda alguna, una fiesta divertidísima y “sin prejuicios”. Así lo confirma la propia cantante mexicana a ¡HOLA!, que relata, en primera persona, cómo vivió aquel Baile de la Rosa celebrado en Montecarlo en 2008. Entre función y función de La última tourné , que protagoniza con Mario Vaquerizo y Bibiana Fernández en el Teatro Calderón de Madrid, Alaska nos revela cómo Pedro Almodóvar resucitó la llamada Movida Madrileña en Mónaco y lo fascinada que Carolina quedó con Paco Clavel, el proclamado rey del CutreLux.
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“Por lo que recuerdo y entiendo, desde el Principado de Mónaco se pusieron en contacto con Pedro Almodóvar para ofrecerle que su mundo fuese la temática del Baile de la Rosa. A partir de ahí, él eligió a unos amigos, entre los que estábamos Mario, Bibiana y yo, que fuimos los que aparecimos en la invitación. Cuando Pedro me llamó para contármelo, me pareció muy total. Aquellos bailes con Carolina de Mónaco los llevaba viendo toda la vida en ¡HOLA!, así me encantó la idea y no tuve ninguna duda en ir. Además, viajaron otros muchos amigos más, como Mariola Fuentes, Blanca Li, Rossy de Palma –que ahora rueda a las órdenes de Dimitri Rassam , marido de Carlota Casiraghi–, Paquito Clavel… También fue David Delfín, pero no como modisto, sino a actuar, como cuando trabaja de joven.
Recuerdo que [las Nancys Rubias y yo] fuimos los encargados de abrir el baile y tocamos unas seis canciones de Fangoria. De lo que no me acuerdo es si lo inauguró Carolina con Ernesto de Hannover o si bailó con Karl Lagerfeld… Me encantaría que tener grabadas todas esas cosas porque, con el tiempo, se olvidan. Lo que sí te puedo decir es que nosotros íbamos muy tranquilos, por nuestra actuación… Es como cuando vas a una fiesta y hay una orquesta… Pues nosotros éramos la orquesta de esa día”.
“Después de cantar, pude hablar con Carolina. No es que yo hablara solo con ella, porque lo hizo con todo el mundo. Es encantadora. Físicamente, me resultó impresionante. Guapa es Carlota o, mejor dicho, guapísima, pero es que su madre te deja sin habla. Además, Carolina me pareció una persona de mundo, como se suele decir. Lo mismo estaba fumándose un cigarro al lado de una Nancy Rubia que hablaba con Lagerfeld o con un rey. Y siempre tratando a todos por igual. Eso es una mujer de mundo. Claro, es que Carolina ha estado bailando en el Studio 54, de Nueva York… Por eso, no es una mujer que le sorprenda o le espante nada, todo lo vive con normalidad porque forma parte de su educación.
No sé si me conocía a mí, pero Carolina actuó con esa clase como si realmente nos conociera a todos. Como anécdota, al día siguiente del baile, dieron una comida en el club náutico, una especie de buffet, y ella se acercó a mí para preguntar: ‘Where’s Paquito?’… Me preguntó dónde estaba Paco Clavel… ¡Qué mona! A Mario también le encantó Carolina y fue una cosa impresionante porque le gustaba desde que era pequeño. Lo bueno es que él se llevó la imagen que tenía de Carolina”.
Durante el baile, también hablé con Carlota, Pierre, Hannover… Tengo que decir que Hannover también me pareció encantador. De hecho, comí al lado de él y, después, tuve que pedirle permiso para levantarnos antes de actuar. A todos les vimos pasándoselo muy bien. Es que son gente muy divertida y sin prejuicios, además de tener clase y educación. Ya te digo que se les veía que estaban acostumbrados a todo tipo de personas y que trataban bien a todo el mundo. Si lo piensas todo, puede llegar a sorprender el verlo todo, pero, en mi caso, he tenido muchas situaciones así en mi vida: he estado con Warhol, con John Waters… He conocido a gente muy importante, como un rey o una reina. He tenido esa suerte”.