Desde el pasado verano, se viene especulando sobre la situación en el matrimonio formado por Sara Carbonero e Iker Casillas . Sin embargo, los rumores han cobrado una mayor fuerza estas últimas semanas. De hecho, aprovechando el silencio que la presentadora y el portero llevan manteniendo motu proprio a lo largo de estos seis meses, ciertos medios de comunicación se han atrevido afirmar que el matrimonio ‘pende de un hilo’. Incluso algunos periodistas y contertulios han llegado a sostener que la separación era inminente. Sin embargo, tales rumores no son ciertos, ya que, según ha podido saber ¡HOLA!, Iker y Sara no se van a separar y viven juntos , ajenos a dichas informaciones.
La periodista ha cumplido treinta y siete años este miércoles tres de febrero. Entre sus planes, celebrarlo en familia, al lado de su marido y sus hijos, Martín y Lucas
A punto de celebrar su quinto aniversario de casados —el enlace civil que tuvo lugar por sorpresa el 20 de marzo de 2016, como ya desvelamos en exclusiva en ¡HOLA!—, Sara e Iker continúan con su vida en armonía familiar y, en vez de entrar en desmentidos, prefieren mantenerse al margen de los recurrentes dimes y diretes que cuestionan su estabilidad y su futuro en común.
Sara se muestra muy ilusionada con su nuevo programa radiofónico, ‘Que siga el baile’. Se emite en la misma emisora en la que hizo unas prácticas durante su etapa universitaria
Próxima celebración en pareja
Este miércoles 3 de febrero celebrarán juntos una fecha especial: el treinta y siete cumpleaños de Sara . Está previsto que la periodista celebre el día con Iker y sus dos niños, como ha venido haciéndolo a lo largo de todos estos últimos años, aunque, por supuesto, considerando las restricciones sanitarias fijadas por las autoridades en estos días de pandemia.
Como anunciamos en estas páginas, la presentadora y el portero acordaron en verano que no desmentirían ni realizarían comentarios públicos sobre las cuestiones de su vida personal
Desde ¡HOLA! podemos afirmar que Carbonero y Casillas continúan viviendo juntos y felices en un chalet situado a las afueras de Madrid. Allí permanecen junto a sus dos hijos, Martín, de siete años, y Lucas, que cumplirá los cinco el próximo mes de junio. Es la misma vivienda a la que se mudaron el pasado verano, cuando el de Móstoles anunció su salida del Oporto F. C. y dio por finalizada su carrera deportiva. El matrimonio compró el pasado mes de abril otra vivienda frente al parque del Oeste de Madrid, que, en este momento, se encuentra en obras. Es cierto que el matrimonio esperaba que la remodelación de este inmueble de trescientos metros cuadrados finalizase en enero, pero se han producido algunos imprevistos en estas obras tan laboriosas y la pandemia también ha provocado retrasos. Sin embargo, al parecer, no piensan mudarse allí, ya que es solo una inversión inmobiliaria.
Meses y meses de especulaciones
Los primeros rumores de crisis entre Sara e Iker surgieron a mediados del año pasado, coincidiendo con el levantamiento del confinamiento en nuestro país. Sin embargo, cabe recordar que ¡HOLA! ya desmintió tales informaciones, asegurando que, superados sus respectivos problemas de salud, la presentadora y su marido estaban atravesando un buen momento. Es más, como recordarán nuestros lectores, publicamos unas imágenes de toda la familia durante sus vacaciones en Navalacruz (Ávila), el pueblo de Iker, que constataron nuestras afirmaciones de entonces.
La explicación a la ausencia de Sara
A pesar de que dichas fotografías lograron disipar las dudas que apuntaban ciertos medios con inexplicable empeño, los rumores han vuelto a difundirse desde las recientes fiestas navideñas. Estas voces se han apoyado en que Sara Carbonero no acudió a la entrega de premios Globe Soccer Awards , celebrados el pasado 27 de diciembre en Dubái, donde Iker recogió un galardón que reconocía toda su trayectoria. De hecho, han querido resaltar la ausencia de la periodista, destacando que algunos futbolistas sí aparecieron con sus respectivas parejas, como es el caso de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez.
Aunque Sara no acompañara a Iker a la entrega de unos premios en Dubái en plenas Navidades, ¡HOLA! ya publicó imágenes disfrutando de las fiestas en familia
Sin embargo, hay que recordar que no ha sido la única vez que Carbonero no ha acompañado al portero a recoger un premio, de la misma forma que las circunstancias tampoco eran iguales a las de anteriores ocasiones. En primer lugar, debido a su estancia en Oporto, la periodista no ha podido disfrutar de su familia todo lo que le hubiera gustado a lo largo del 2020 y este viaje hubiera supuesto perderse la compañía de los suyos. Segundo, tampoco hay que pasar por alto que las previsiones sanitarias predecían un aumento de contagios, como lamentablemente así ha sido, y que la presencia en grandes eventos suponía un mayor riesgo. Por ello, Sara habría decidido hacerse cargo de sus dos hijos y pasar la mayor parte de estas fechas tan señaladas en su pueblo natal, Corral de Almaguer (Toledo).
En cualquier caso, esta estancia de Iker en Dubái en plenas Navidades tampoco ha impedido que el matrimonio haya celebrado estas fiestas en familia. Según pudimos comprobar en las fotografías que recogieron estas mismas páginas, ambos disfrutaron de sus hijos, más unos amigos, en una conocida pista de esquí cubierta a las afueras de la capital. Además, aquellas imágenes ya dejaban constancia de que la presentadora y el portero, en compañía de los pequeños Martín y Lucas, actuaban con total normalidad.
El matrimonio no planea abandonar el chalet en el que reside actualmente. El piso que compró el portero en Madrid, hace un año, es solo una inversión inmobiliaria
Un silencio de mutuo acuerdo
Es comprensible que la insistencia ante una supuesta ruptura no es plato de buen gusto para ninguna pareja, pero Sara e Iker siempre han continuado con su vida, como siempre, manteniendo un perfil bajo y sin dar importancia a lo que se diga sobre ellos. Es más, siguiendo la determinación que tomaron el pasado verano de manera consensuada —algo sobre lo que también adelantó ¡HOLA! en su momento—, ni la presentadora ni su marido piensan entrar en desmentidos ni participar en debates sobre sus cuestiones personales. Al fin y al cabo, ellos son los que tienen claros sus sentimientos e intenciones.
‘Siempre hay que seguir bailando’
En estos instantes, Sara prefiere centrarse en sus proyectos profesionales, que son muchos. Por un lado, acaba de iniciar su nueva etapa en Radio Marca , que es precisamente donde comenzó a trabajar como becaria cuando todavía estaba realizando el tercer curso de su carrera de Periodismo. A esta emisora, ha vuelto con Que siga el baile , un programa de media hora con entrevistas. “Un espacio radiofónico donde descubrir historias de esas que te hacen vibrar el alma con invitados de excepción y, sobre todo, con la presencia de una protagonista indiscutible, la música. Porque yo no concibo la vida sin ella y la radio es su mejor altavoz”, ha explicado Sara. “Cuando la vida te sobrepasa, cuando revientas de alegría, cuando la necesitas sin más. En fin, no apaguéis jamás la música de vuestras vidas y… que siga el baile”, ha añadido Carbonero, que ha tomado el nombre de una canción de Alejandro Sanz. Como ella asegura, una vez que se empieza una fase, “siempre hay que seguir bailando”. Sin duda, después de renunciar a numerosos proyectos profesionales por acompañar a su familia en Oporto, la manchega tenía ganas de retomar su faceta de periodista.
Pero este regreso a las ondas no es lo único que mantiene ocupada Sara en esta nueva etapa suya en Madrid. A lo largo de estos últimos meses, ha estado inmersa en el lanzamiento de su nueva colección de joyas, así como de la expansión de su firma, Slow Love. De hecho, actualmente, sigue poniendo en marcha nuevos objetivos para el proyecto que comparte con su ‘comadre’ y su socia, la también presentadora Isabel Jiménez .
‘Orgulloso de volver a casa’
A la vez que Sara ha vuelto a sus orígenes con Radio Marca, Iker Casillas ha regresado al Real Madrid . Finalizada su carrera deportiva, el de Móstoles acaba de incorporarse como adjunto al director general de la Fundación Real Madrid. “Es leyenda, representa los valores de nuestro club y es el mejor portero de nuestra historia. Es un orgullo recibir de vuelta a casa a uno de sus grandes capitanes”, rezaba el comunicado emitido hace unas semanas por el equipo de Florentino Pérez. Por su parte, Iker tampoco ocultaba su satisfacción a sus seguidores por este fichaje: “Orgulloso de volver a casa. Afronto este nuevo reto con toda la ilusión y ganas del mundo”. Estas palabras provocaban una respuesta de lo más sencilla por parte de su mujer, pero también de lo más emotiva: un emoji en forma de corazón.
A pesar de la insistencia ante una supuesta ruptura, Sara e Iker siempre han continuado con su vida, manteniendo un perfil bajo y sin dar importancia a lo que se diga sobre ellos
Dada la dedicación de estos compromisos profesionales, Carbonero y Casillas han estado repartiéndose para llevar a los niños al colegio: mientras que el portero ha venido encargándose de Martín y Lucas por las mañanas, a lo largo de estos meses, la presentadora ha estado recogiéndolos por la tarde. También hay que decir, que, en estos últimos días, Sara ha cambiado esta rutina, puesto que su programa de radio arranca a las 17 horas. Además, la presentadora ha aprovechado el tiempo para disfrutar Madrid, dejándose ver por alguna que otra librería del centro de la capital.
Adiós a sus dos años más difíciles
De esta forma, Sara e Iker han logrado superar la etapa más complicada de su vida, que se vio sacudida hace casi dos años. Fue a principios de mayo de 2019 cuando Casillas sufrió un infarto de miocardio mientras entrenaba con su equipo, el Oporto F. C. Tan solo un par de semanas después, la periodista tenía que ser intervenida quirúrgicamente tras serle detectado un tumor en el ovario . A continuación, Carbonero se sometió a un tratamiento de quimioterapia que completó con éxito en noviembre de 2019, tal y como publicamos en estas mismas páginas.
Con estos obstáculos encontrados en estos dos últimos años, resultaría más que comprensible que la relación de Sara e Iker pudiera verse afectada, pero, como insistimos, ni siquiera ellos mismos han calificado de crisis. Tampoco los contratiempos causados por el coronavirus han alterado la armonía en la familia, que mira al futuro cargado de planes y proyectos.