Ya han transcurrido cinco meses del momento en que Kiko Rivera acudió al plató de Sálvame para confesar que no atravesaba su mejor momento. Pero lejos de lo que cualquiera podía imaginarse, lo que, en principio, parecía tratarse de una entrevista más, supuso el comienzo de un conflicto sin precedentes, que ha llevado al ‘dj’ a enfrentarse a su propia madre, Isabel Pantoja, pero también a su tío y hermano de ésta, Agustín . Una guerra abierta que tiene como causa principal un asunto delicado, que en su momento ya fue objeto de controversia: la herencia de su padre, el recordado torero Paquirri .
A lo largo de todo este tiempo, Kiko Rivera ha mantenido que la repartición de los bienes del diestro no fue la correcta, posicionándose del lado de sus hermanos Francisco y Cayetano Rivera, e incluso ha afirmado con contundencia -lo hizo ante Jorge Javier Vázquez en un programa especial sobre Cantora, la finca donde vive Isabel- en Telecinco, que “ le habían robado” , y explicaba que al cumplir la mayoría de edad, siguiendo las directrices de su madre, firmó unos papeles. “Si mi madre me decía ‘firma esto’, yo lo hacía”, comentaba.
El músico considera que no se ha cumplido la voluntad de Paquirri, y hasta ha revelado que le ha dado a su madre un últimatum -que vencía el domingo 24 de enero- para saber qué ha sucedido con los poderes que le dio a ella y a su tío, Agustín.
“La maquinaria está en marcha, el primer requerimiento les ha llegado a los dos, a mi madre y a mi tío Agustín, pero no han ido a recogerlo. El siguiente paso es que el notario se lo lleva a casa. Será, probablemente, esta semana”, ha adelantado, añadiendo, además, que “van a tener que rendir cuentas de lo que han hecho, primero con los poderes que les he otorgado, y ya vamos con todo”.
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