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Aunque algunos pudieran pensar que entre Pepe Navarro e Ivonne Reyes solo hubo y hay un eterno desencuentro, esto no es así ni mucho menos. Abrimos la hemeroteca para comprobarlo: Si hablamos de un programa de televisión recordado y querido por muchos espectadores, ese es El gran juego de la oca, el mítico concurso que se emitió con gran éxito a mediados de los noventa. Ahora, casi treinta años después, el formato basado en el popular juego de mesa está de regreso con una versión actualizada que promete hacer las delicias de los más nostálgicos. Mientras llega, apetece echar la vista atrás para comprobar lo que dio de sí este show en nuestro país, y es ahí donde encontramos algo muy importante y significativo para la vida de dos personas. Hablamos de Pepe e Ivonnne, presentadores ambos del programa en su segunda etapa junto a la modelo Eugenia Santana, un trío que cogía el relevo de Emilio Aragón, Lydia Bosch y Patricia Pérez al frente del concurso. Fue en aquel 1995 cuando Pepe e Ivonne comenzaron a trabajar juntos, en lo que después iría mucho más allá de una relación estrictamente profesional.
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Desde un principio, la complicidad y sintonía entre el presentador cordobés y la actriz venezolana eran más que evidentes, tanto para los que les rodeaban en plató como para los que veían la tele desde sus casas. Su química y sensualidad flotaban en el ambiente y trascendían la pantalla a través de todo tipo de guiños, sonrisas y miradas que saltaban a la vista. Un flirteo en el que Pepe Navarro nunca escatimaba halagos cuando presentaba a Ivonne Reyes ante el público: "Es una mujer hermosa, inteligente y escultural... ¡la más bella!", decía con entusiasmo el periodista, que incluso bromeaba a cámara con haberla ofrecido ya que que se casara con él: "La pedí matrimonio pero su marido parece que no estaba muy conforme con ello. Desde entonces decidí dedicarme a la bebida y por eso estoy aquí", narraba con humor Pepe. Mientras, cuando le preguntan por aquella época a Ivonne, asegura que lo suyo "no fue un flechazo" a primera vista, si bien admite que "eran muchas horas juntos de grabación" y, como dice el dicho, el roce hace el cariño.
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A partir de entonces, las charlas y cenas entre ellos empezaron a ser habituales hasta que la relación se convirtió en algo más serio: "Para mí éramos novios y creía que para él también", reconocía la venezolana en 2010 en una entrevista a Sálvame, confesando haber estado prendada de Pepe Navarro. "Fue el amor de mi vida", afirmaba. Un romance que surgió en El gran juego de la oca y que duró 4 años, aunque ambos se mostraran siempre muy discretos ante la prensa. "Compartíamos muchos momentos, hicimos algún que otro viaje y hay testigos, gente que lo ha vivido…", contaba Ivonne Reyes, a quien le hubiera gustado "un compromiso más estable" con el presentador. "Esperaba que llegara un momento en que pudiera decir que éramos pareja. Me pedía tiempo y yo le respetaba, porque cuando estás enamorada lo haces", declaraba. Tras esa 'luna de miel' entre ambos que se prolongó durante casi un lustro, llegó todo lo que vino después: un embarazo, una ruptura, el nacimiento de su hijo Alejandro Reyes, demandas por paternidad y manutención, sentencias judiciales, pruebas de ADN, cruces públicos de acusaciones, denuncias por presunta vulneración al honor... En definitiva, un conflicto enquistado en el tiempo que supera las dos décadas y que, hoy por hoy, parece tener difícil solución.
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