Pronunciar el apellido Rothschild evoca dinero, élite, poder, coleccionismo y filantropía. Desde el siglo XVIII, esta familia de origen judeo-alemán ha sido una de las principales promotoras del sector bancario y las casas financieras europeas. Pero al igual que a otras conocidas y adineradas sagas, sus enormes riquezas y su visión para los negocios no han librado a la familia de las desgracias.
La tragedia golpeaba de nuevo el pasado viernes 15 de enero a la rama franco suiza de la familia, con la inesperada muerte de Benjamin de Rothschild, a los 57 años, cuando sufrió un fulminante ataque al corazón en su mansión de Pregny, Suiza. El único hijo del fallecido barón Edmond Adolph de Rothschild era un enamorado del buen vino y de España. Y, por supuesto, era multimillonario, no solo por descender de esta saga vinculada a las finanzas, sino también por sus adecuadas inversiones. Una de las últimas la realizó en 2017 nuestro país, concretamente en la bodega Macán de la Rioja Alavesa, al rubricar un acuerdo con el propietario de Vega-Sicilia. A la inauguración de las instalaciones acudió, don Juan Carlos, acompañado de la infanta Elena.
Sus enormes riquezas y su visión para los negocios no han librado a la poderosa saga de las desgracias
El magnate francés afincado en Suiza _descendiente de la séptima generación del fundador de la dinastía, Mayer Amschel Rothschild_ era el presidente del consejo de administración de Edmond de Rothschild Holding, además de su propietario mayoritario, mientras que su esposa, Ariane, es la presidenta de Edmond de Rothschild Suisse. La fortuna personal de Benjamin se calcula en 1.300 millones de euros, según la revista Forbes.
Apasionado de la caza y la velocidad, coleccionista de Ferraris, motos de carreras y poseedor de helicóptero propio, además del Palacio de Samaniego, una propiedad catalogada como Monumento de Valor Histórico, en Álava, deja tras de sí un abultado patrimonio que ahora pasará a manos de sus cinco herederas, su mujer, Ariane Langner, y sus cuatro hijas: Noémie, de 25 años, especialista en inteligencia artificial y tecnología, y que trabaja en una empresa de videojuegos en Montreal; Alice, de 21, estudia Ciencias Medioambientales en Londres; Eve, de 19, se ha decantado por la carrera de Biología en Nueva York, y la más joven, Olivia, de 18, continúa en Suiza.
La prematura muerte de Iris Annabel Goldsmith Rothschild
En julio de 2019, la trágica muerte de Iris Annabel, a los 15 años, ya había sacudido a otro de los miembros de la dinastía. Hija de dos de las familias más poderosas de Europa, los Goldsmith y los Rothschild, la adolescente falleció en un trágico accidente de quad en la granja familiar del condado de Somerset, en el Reino Unido, donde se encontraba de vacaciones. Sus padres quedaron “devastados”. Pese a la rápida llegada de los equipos de emergencia (un helicóptero, una ambulancia y un equipo de paramédicos, se trasladaron hasta el lugar de inmediato), nada se pudo hacer para salvar la vida de la joven, que quedó atrapada bajo el vehículo cuando este volcó. Iris Annabel era la mayor de los tres hijos del magnate de las finanzas Ben Goldsmith y de su ex mujer, Kate Rothschild.
En el momento del accidente, la madre se encontraba también en la finca y el padre estaba en un partido de cricket en Surrey. Al conocer la noticia, este se desplazó de inmediato a la granja. “Querido Dios, por favor, ¿puedes devolverme a mi hermosa, brillante y amable niña, por favor, Dios? Y si no, por favor, cuídala de manera especial. La quiero tanto y estoy tan orgulloso de ella. Me duele tanto que no puedo describirlo”, fue el desgarrador mensaje que Ben Goldsmith escribió en sus redes. “Es un accidente terrible. Iris era una delicia absoluta, todos en la familia la adoraban. Era bella, encantadora, inteligente, la persona más maravillosa que puedas conocer”, declaró un amigo cercano a la familia a la prensa británica.
Iris Annabel, que falleció a los 15 años por un trágico accidente de quad, era sobrina de James Rothschild, el marido de Nicky Hilton
Iris era sobrina por parte de madre de James Rothschild, el marido de Nicky Hilton, y por parte de padre de la también famosa Jemima Goldsmith-Khan. “Hoy decimos adiós a mi brillante, preciosa sobrina Iris. Mi corazón está roto por Ben y Kate”, fue el conmovedor mensaje que la productora de cine y televisión y periodista, conocida por ser la amiga y confidente de la princesa Diana y por sus romances con los actores Hugh Grant y Russell Brand, escribió el día del entierro de la joven.
Ben Goldsmith y Kate Rothschild, que tienen otros dos hijos, Frank, de 15 años, e Isaac, de 13, se divorciaron en 2012. Kate inició entonces una relación con el rapero estadounidense Jay Electronica, mientras que Ben rehizo su vida dos años después con Jemima Jones, hermana de la artista londinense Quentin Jones.
Un robo de casi 600.000 euros
Un año antes de perder a su hija, Kate Rothschild, había sufrido un importante robo de joyas en su domicilio en West London, en el que los ladrones entraron mientras sus hijos dormían dentro y estaban a cargo de una niñera. Según denunció entonces la heredera de la saga de banqueros, le sustrajeron piezas valoradas en más de 570.000 euros y ella descubrió el allanamiento cuando regresó a su casa tras una velada con su nuevo novio, el empresario Paul Forkan, y no pudo entrar en su habitación porque estaba cerrada. Forkan accedió por la ventana y descubrió que alguien había estado allí y había cerrado con llave la puerta desde el interior antes de escapar. Los ladrones, según contó el diario británico The Telegraph, entraron en la casa escalando la fachada.
La Gran Depresión y Hitler
Las desgracias para esta famosa dinastía, que se remonta a 1743, comenzaron mucho antes, con el devenir de dos grandes hechos de la Historia del siglo XX. La Gran Depresión de 1929 trajo problemas para la rama austriaca de la familia. Louis Rothschild luchó duro para apuntalar el Creditanstalt, el mayor banco de la saga en Austria, y evitar el colapso financiero de la nación.
Pero menos de una década después, la época más oscura llegó para los Rothschild. El ascenso de Hilter al poder provocó que sus intereses y bienes austriacos fueran incautados en 1938 por su origen judío. Esto puso fin a más de un siglo de negocios financieros de la familia en el corazón de Europa. Para poder sobrevivir, los Rothschild de Francia y Austria tuvieron que dispersarse y vivir en la clandestinidad hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.