Inés Sainz es la primera en reconocer lo rocambolesco que resulta el haberse encontrado con Donald Trump, pero lo cierto es que no todo el mundo guarda una foto posada con un presidente de los Estados Unidos. La empresaria bilbaína tuvo la oportunidad de conocerle, en mayo de 1997, a los tres meses de proclamarse la mujer más guapa de España. El encuentro ocurrió en Miami y con Enrique Iglesias como testigo. Ahora, más de dos décadas después, la propia Inés comparte este capítulo de su vida con ¡HOLA!, relatándolo en primera persona.
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“Conocí a Donald Trump en la edición de Miss Universo de 1997, en el año que yo representé a España. Entre los actos que había organizados para las aspirantes de todo el mundo, se celebró una fiesta de recepción con invitados y él estaba allí, porque era el dueño del certamen. En aquel momento, yo no sabía ni con quién estaba casado ni nada. Para mí, Trump era un señor millonario, que tenía hoteles y que era el dueño de Miss Universo.
Al fotografiarse él con las ochenta y pico o noventa y pico mujeres que participábamos en el certamen, tuve la oportunidad de conocerle, aunque todo fue muy breve. No recuerdo exactamente de qué hablamos, pero creo que me dijo lo típico: qué tal estaba y cómo me encontraba en Miss Universo. Tampoco me acuerdo bien si me preguntó algo de España, pero sí que las participantes fuimos pasando una a una, rápidamente, para hacernos la foto con él y cumplir con el protocolo. Era como una especie de besamos.
Yo intenté pasar con la mayor discreción posible. La impresión que me dio Trump fue la misma que tengo ahora de él, porque creo que siempre ha sido igual. Me parece un personaje extraño, que cae superbién y supermal, a la vez. Sí que es cierto que tenía la imagen de que él era como muy mujeriego, pero porque había tenido varias relaciones. Pero, bueno, si eres el dueño de Miss Universo, está claro que te gustan mucho las mujeres –ríe–… Y no es nada malo. Cuando Donald Trump se convirtió en el presidente de los Estados Unidos, años después, me hizo gracia. Es que nadie se imaginaba que llegaría a la Casa Blanca. En su día, yo prefería a Obama, porque le tenía muy idealizado. Ahora, viendo lo que ha hecho durante todos estos años… Trump no me cae tan mal.
De aquella gala de Miss Universo guardo otra anécdota con Enrique Iglesias. Es curioso porque él cantó en el certamen que gané en España y también en el de Miss Universo. Además, me acuerdo perfectamente que las dos veces actuó con la misma canción: una versión de Only You –tema original del dúo británico Yazoo, editado en 1982–. Después del concurso, se celebró la típica fiesta y me acerqué a saludar a Enrique, que estaba con su representante. Fue encantador. Me dio una sorpresa porque, al día siguiente, me mandó un ramo de flores al hotel. Fue un gesto bonito, como de fraternidad, que deja claro la gran persona que es Enrique Iglesias. Todo ha quedado en una anécdota que le he podido contar a mi hijo, aunque él se pierda un poco con las cosas… “Mamá, ¿qué hacías tú en Miss Universo?” –ríe Inés al recordarlo–. Es que mi hijo no sabe diferenciar entre Miss España y Miss Universo –vuelve a reírse la bilbaína–”.