Este sábado era un día muy importante para Kiko Rivera e Irene Rosales ya que su hija pequeña, Carlota, cumplía tres años. Aunque las circunstancias impiden hacer festejos grandes y numerosos, la niña tuvo una bonita fiesta ambientada en Blancanieves y los siete enanitos, su película de Disney favorita. Además de esta sorpresa, la protagonista de la jornada tuvo regalos y mensajes de cariño de todos esos seres queridos que no pudieron sumarse a la diversión, entre ellos Isabel Pantoja. A pesar de que la relación entre la artista y su hijo es ahora inexistente, sí quiso trasladar a su nieta los mejores deseos. Ha sido Irene quien ha confirmado que la pequeña tuvo la oportunidad de charlar por teléfono con su abuela.
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En Viva la vida, programa en el que trabaja como comentarista cada fin de semana desde septiembre de 2019, la mujer de Kiko Rivera ha explicado que no sabe qué es exactamente lo que hablaron Carlota e Isabel Pantoja. La intérprete de temas tan conocidos como Marinero de luces, Príncipe azul, Mi pequeño del alma o Caballo de rejoneo, entre otros, envió un WhatsApp a su nuera para preguntar si podía ponerse en contacto con la niña y llamó para tener una videollamada con ella. Irene ha contado que no quería que su suegra estuviera incómoda durante la charla y por eso pasó el teléfono a una de sus hermanas que estaba en casa en ese momento y le pidió que estuviera con la niña durante la conversación.
No es esta la primera vez que Pantoja habla con sus nietas después de romperse la relación con Kiko el pasado mes de octubre. A pesar de que ni las niñas han ido a la finca Cantora últimamente ni la artista se ha desplazado a Castilleja de la Cuesta (localidad sevillana en la que vive Kiko), sí han estado en contacto por videollamadas. Irene contaba hace unas semanas que las veces que ha escrito su suegra para charlar con Ana y Carlota, enseguida las ha puesto en contacto con ella. Además, hace poco Anabel Pantoja fue a casa de su primo y aprovechó su estancia allí para llamar a Isabel y hacer un encuentro virtual de las cuatro juntas.
Independientemente de los problemas que han fracturado a la familia Pantoja, cuya reconciliación se antoja cada vez más complicada, Irene se muestra clara, no quiere que sus hijas crezcan sin la única abuela que tienen y da libertad a su suegra para estar con ellas siempre que lo desee. Eso sí, la colaboradora no ha negado que le han molestado algunas cosas como el comentario que Isabel hizo a Ana con motivo de su cumpleaños. Mientras que en esta ocasión se ha mantenido ajena a la conversación que la benjamina de la casa tuvo con su abuela, cuando en diciembre fue el día de su primogénita no fue así. La artista envió un audio a la niña en el que decía: "He resucitado, me daban por muerta". Unas palabras que no le sentaron nada bien teniendo en cuenta que ha perdido recientemente (y de manera seguida) a sus padres, dos fallecimientos de los que las pequeñas son plenamente conscientes.
Un nuevo episodio en el conflicto de los Pantoja
En solo unas horas Kiko Rivera volverá a sentarse en el plató de Domingo Deluxe para hablar de su situación y de las últimas informaciones surgidas acerca de la herencia de su padre, Paquirri, que falleció cuando él tenía tan solo siete meses. Hace justo una semana el hermano de Franciscso y Cayetano Rivera daba una entrevista en el mismo programa, desde el que lanzaba un ultimátum a su madre para que se pusiera en contacto con él en un plazo de 24 horas. "Si no es así, voy a tener que tomar las medidas para que rindan cuentas de todo lo que hayan hecho con esos poderes a mi nombre", avisaba. Un procedimiento a seguir del que se espera que ahora dé más detalles puesto que esa conversación con la cantante no se ha producido.