La toma de posesión de Joe Biden , nuevo Presidente de Estados Unidos, pasará a la historia por varias razones. Por primera vez desde 1869, las puertas de la Casa Blanca se abrieron para recibir a su nuevo ocupante sin que su predecesor, en este caso, Donald Trump, estuviera allí para darle la bienvenida o decirle adiós. Trump y su mujer, Melania, se marcharon de Washington, en el helicóptero Marine One, horas antes de que los Biden llegaran a la residencia, aunque dejaron una carta ‘muy generosa’ dirigida al político demócrata sobre el mítico escritorio Resolute del despacho oval.
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La ceremonia, a los pies del Capitolio, reunió a tres ex-Presidentes de Estados Unidos: Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama. Trump fue el gran ausente
También ha sido la primera vez que un Presidente estadounidense asume el mando en medio de una pandemia mundial (cuando ocurrió la de la gripe española, en 1918, Woodrow Wilson ya estaba en el poder). Ha sido la primera vez que una mujer, Kamala Harris , jura como vicepresidenta. Y ha sido la primera vez que la ceremonia, a los pies del Capitolio, se celebra casi sin invitados ni público, en medio de un silencio apabullante y en una ciudad blindada. Las temperaturas eran muy bajas, pero Biden sintió el calor de su familia : su mujer; su hijo, Hunter; su hija, Ashley, y sus nietos. También estuvo arropado por tres ex-Presidentes: Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.
La llegada de Joe y Jill Biden a la Casa Blanca marca una nueva etapa política y social para Estados Unidos, y también un nuevo estilo. El flamante Presidente y la primera dama escogieron estilismos plagados de mensajes y símbolos que anticipan cómo será esta nueva era. Biden eligió un traje azul de Ralph Lauren creado en una vieja fábrica de Nueva York, mientras que su mujer optó por un vestido y un abrigo de la marca Markarian, fundada por Alexandra O’Neill. Se trata de un conjunto en azul océano confeccionado en el West Village neoyorquino.
El color es el mensaje
Según un comunicado de Markarian, el azul fue el color elegido por Jill Biden porque “aporta confianza y estabilidad”. Los expertos han coincidido en que, con esta elección, la primera dama envía el mensaje de que apuesta por la moda americana emergente y también por la ecología, ya que la autora del traje está centrada en la sostenibilidad y en la recuperación de antiguas técnicas artesanales.
Kamala Harris, la nueva vicepresidenta de Estados Unidos, también eligió un look con mensaje . Harris llevó un vestido y un abrigo morado del diseñador de origen afroamericano Christopher John Rogers. Este color rinde homenaje a las sufragistas y, al ser resultante de la suma entre azul y rojo, los tonos de los partidos demócrata y republicano respectivamente, llama a la unión del país, tan dividido en los últimos años. La vicepresidenta, hija de inmigrantes, también quiso hacer un guiño al multiculturalismo, luciendo zapatos del español Manolo Blahnik y un collar del puertorriqueño Wilfredo Rosado.
Los Biden disfrutaron del espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo de Washington desde el balcón Truman, de la Casa Blanca
Las exprimeras damas Hillary Clinton y Michelle Obama también se decantaron por estilismos monocromáticos en la paleta del morado. La mujer de Bill Clinton rindió tributo a las mujeres sufragistas con un traje de chaqueta y pantalón en color morado y una bufanda a juego, y la mujer de Barack Obama llevó un total look burgundy con aires setenteros, de Sergio Hudson, el nuevo diseñador favorito de Beyoncé, Amal Clooney y Rihanna. Las nietas de Biden, Naomi, Maisy y Finnegan Biden, también llevaron looks monocromáticos, en blanco, rosa palo y capuchino.
Hollywood en Washington
El regreso de los demócratas a la Casa Blanca significa la vuelta de Hollywood a Washington D. C. La ceremonia de investidura contó con las actuaciones de dos divas del pop: Jennifer López, que interpretó This Land is your land , con un espectacular total look blanco de Chanel, y Lady Gaga , vestida con un traje de alta costura de Schiaparelli con un broche dorado de la paloma de la paz, fue la encargada de cantar La bandera estrellada , el himno nacional de Estados Unidos.
Ya por la noche, se celebró un concierto televisado, Celebrating America , presentado por el actor Tom Hanks. El escenario: el monumento a Lincoln. El cartel: Bon Jovi, Bruce Springsteen, John Legend, Demi Lovato y Justin Timberlake, entre otros. Y el broche de oro: Katy Perry , que cantó Firework , enfundada en un vestido blanco de inspiración años sesenta, firmado por Thom Browne, y que parecía un homenaje a Jackie Kennedy. Mientras Perry interpretaba la canción, el cielo de Washington se iluminó con un espectáculo de fuegos artificiales. Joe y Jill Biden y su familia disfrutaron del show de luces desde el legendario balcón Truman, de la Casa Blanca.