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Los primeros acercamientos en La isla de las tentaciones cada vez son más que evidentes. Las parejas del reality de Telecinco y sus respectivos solteros comienzan a tener más feeling tras las primeras citas en República Dominicana. Jesús y Marina, Hugo y Lara, Raúl y Claudia, Manuel y Lucía y Diego y Claudia se encuentran separados en sus respectivas villas y poco a poco comienzan las desconfianzas y pensamientos de lo que pueden estar haciendo en las playas contrarias. Además, tienen la "luz de la tentación", la sirena que les avisa de que alguno de ellos ha cruzado el límite que el otro puso en la llegada al concurso. Marina y Lola eran las primeras en hacer sonar la alarma, algo que ni Diego ni Jesús sabían hasta la llegada de la primera hoguera. El sevillano podía ver cómo su chica tonteaba, bailaba, se reía y jugueteaba con Isaac, algo que le hacía sentirse "más que decepcionado".
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Saltan chispas en 'La isla de las tentaciones': Marina no puede resistirse a las miradas de Isaac
"Yo me tengo que dejar llevar porque me gustas mucho", decía Marina a Isaac mientras bailaban en la fiesta, momento que Jesús podía ver en las imágenes de la hoguera y que le hacían reflexionar. La sevillana se acercó mucho al soltero en uno de los juegos, algo que a su pareja le hizo reflexionar. "Por qué me está pasando esto? Si yo tengo novio. No sé cómo frenarlo", añadía ella a sus compañeras de Villa Montaña. "Habéis visto lo mismo que yo, ¿no? Para mí esto es un antes y un después. Literalmente. No voy a llorar porque ni se lo merece. Por dentro tengo clavado un puñal ahora mismo, pero no me ha hundido. No se lo merece nada. Pero nada. Es una falta de respeto hacia mí, a su familia, a la mía y a nuestra relación de 5 años que se le ha olvidado en dos días", explicaba atónito él al ver los vídeos.
Marina e Isaac hacen sonar por primera la 'luz de la tentación'
Jesús aseguraba a sus compañeros, mientras lo intentaban calmar, que para él esto era un punto de inflexión y que su relación pasaba página en ese mismo momento. "No soy de exteriorizar nada pero que mi chica de cinco años me haga esto es como un puñal. De verdad que lo veo tan absurdo, surrealista e inmaduro por su parte que ya se dará cuenta. Las mayores tortas se dan sin manos y se la van a dar. Marina ha cruzado el límite durante 8 segundos, el tiempo en el que le pasaban el hielo. Me ha hecho una perrería. Estoy más que decepcionado, es que no encuentro palabra más fuerte. Espero que algún día se de cuenta, recapacite y vea las consecuencias. No voy a actuar por despecho porque sé cómo me tengo que comportar", explicaba Jesús a Sandra Barneda.