Han pasado cuatro años desde que Bimba Bosé nos dejó para siempre, a los cuarenta y un años, tras una larga batalla contra el cáncer. La noticia llegaba un 23 de enero, sobrecogiendo a todos e inspirando miles de pésames y homenajes por el adiós de aquella intérprete fuerte y seductora, miembro de una de las sagas artísticas más populares en nuestro país (los Bosé), musa de portadas y diseñadores y propietaria de una belleza andrógina e imponente.
Este sábado, Internet volvía a recordarla con los mensajes calurosos de amigos, seguidores y compañeros de profesión, como Mario Vaquerizo, Alaska o Bibiana Fernández. Pero, sin duda, ha sido el homenaje de su hija mayor, Dora Postigo (también llamada Dora Salvatore), el más firme y emotivo. Porque la joven, convertida en una gran cantante , a sus dieciséis años, volvía a subirse a un escenario, en Madrid, para interpretar en directo temas propios y algunas versiones, pasión que, en el pasado, compartió con su madre, en la intimidad y, en alguna ocasión, en público, dejando constancia de su gran talento.
El hueco que ha dejado Bimba en su familia es tan grande que no dejan de rendirle homenaje cuando se cumple cada aniversario de su fallecimiento, por lo que Dora tampoco dejó de hacerlo en el cuarto aniversario de su muerte , publicando, horas antes de su actuación, un emotivo mensaje en el que se lee: “Te quiero, mamá” (Love u mama), acompañado de una fotografía repleta de emoción y ternura donde aparece la joven cuando era un bebé en compañía de su madre.
No es la primera vez —ni será la última— que la joven dedica un tributo a su madre cuando se cumple una fecha tan señalada. Hace dos años, Dora decidió cambiarse el apellido por el de Salvatore en sus redes sociales en honor a Bimba Bosé.