Adriana Ugarte y Eduardo Noriega, protagonistas de Hache, acudían a El Hormiguero este miércoles 27 de enero para promocionar la segunda temporada de la ficción de Netflix. Un segundo asalto que se prevé como el final de esta historia y que llegará justamente cuando se cumple un año y medio de su estreno. Concretamente, será el día 5 de febrero cuando la plataforma ponga a disposición de los usuarios todos los nuevos capítulos de esta ficción ambientada en la Barcelona de los años sesenta y en la que completan el reparto Marc Martínez, Pep Ambròs e Ingrid Rubio. Una nueva aventura en la que su protagonista peleará de nuevo por hacerse respetar en un mundo del narcotráfico. Como ya es costumbre en el formato de Antena 3, Pablo Motos realizaba un cuestionario en el que hay adivinar algunas divertidas anécdotas sobre los intérpretes. Así, la actriz debía averiguar qué le pasó a su compañero durante el Festival de Cannes y podía elegir entre tres opciones: Ana Obregón le confundió con un camarero, Bruce Willis le pidió fuego pero no tenía o Loles León fue demasiado cariñosa.
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La protagonista de la ficción de Netflix dudaba entre dos de las respuestas, pero para sorpresa de todos lograba acertar: Ana Obregón confundió a Eduardo Noriega con un camarero en Festival de Cannes. "He dudado con la de Loles, porque seguramente eso también te habrá sucedido", bromeaba Ugarte. "Iba vestido de smoking. Iba como tenía que ir porque era en Cannes y yo creo que me he puesto así con ese traje dos veces en mi vida. Entonces iba por el pasillo del hotel para ir a la ceremonia cuando alguien desde una puerta dijo: 'Garçon', llamándome. Al acercarme me dice que le recogiera toda la habitación, que le ayudara con no se qué... Entonces entré y le dije oye Ana soy Eduardo... y ella se disculpó", relataba el actor entre risas.
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Además, el intérprete de Tesis confesaba cómo había sido rodar una de las escenas más icónicas del cine español en tiempos en los que no había coronavirus: la Gran Vía de Madrid vacía en Abre los ojos. "Tiene mucha historia. Para empezar no se pudo cuando la producción quiso. Estábamos en preproducción y se estaban pidiendo los permisos al Ayuntamiento, pero nos dijeron que era imposible cortar esta calle incluso para un año después. Al insistir mucho, finalmente lo concedieron y nos dejaron el 15 de agosto en la franja horaria de 6:00 a 8:00 de la mañana. Caía en domingo y había muchas personas. El cuadro de la escena está muy ajustado porque os aseguro que había mucha gente, los coches estaban parados y pitando, la policía controlando... De hecho, salía gente de la discoteca a esa hora y nos decían: '¡Madrid es de todos!'. Mi recuerdo es que fue muy estresante entre los cláxones, los chillidos y que había que rodar", terminaba bromeando.