A finales de 2019, Mar Torres-Fontes Fuertes abrió su cuenta de Instagram e hizo pública su vida, una vida sobre la que los medios de comunicación llevaban mucho tiempo escribiendo y especulando. De la noche a la mañana, esta joven de veintidós años, perteneciente a una importante familia de empresarios (su abuelo materno, Tomás Fuertes, es propietario de un holding cuyo buque insignia es El Pozo Alimentación), acabó con el misterio a golpe de posados y desparpajo. Y el público respondió positivamente, siguiéndola en las redes sociales. Ese gesto fue el preludio de lo que vendría poco después: su conversión en influencer y su ruptura con Felipe de Marichalar , hijo de la infanta Elena, tras más de seis años de noviazgo.
Mar tenía dos objetivos para 2020: quitarse la etiqueta de ‘exnovia de’ y hacerse un nombre propio en el mundo de las redes sociales y la moda , pero en el mes de febrero llegó la pandemia y el mundo se paró. Con la llegada del nuevo año, está decidida a triunfar en Internet e incluso baraja dar el salto a la televisión (algunas cadenas le han hecho ofertas que todavía no ha descartado). Hablamos con ella de todo: de amor, de negocios, de fama...
“La gente tiene una imagen equivocada de mí: creen que soy frívola, una ‘niña de papá’, una estúpida… y nada de eso es verdad”
—¿Qué balance haces del año que ha pasado?
—No ha sido fácil para nadie. Una tiene ganas de trabajar, de avanzar, y siente la impotencia de no poder hacer nada. La vida de una influencer consiste en ir a eventos, hacer shootings…
—¿La vida de influencer es todo lo que esperabas?
—Sí. Yo quería enseñar a todo el mundo cómo soy.
—Se habla mucho de que darás el salto a la televisión. ¿Has recibido ofertas?
—Sí, he recibido algunas ofertas de televisión y estoy analizándolas. No me importaría hacerlo, porque quiero enseñar a todo el mundo cómo soy de verdad. La gente tiene una imagen equivocada de mí: creen que soy frívola, una ‘niña de papá’, una estúpida, o que no gano mi dinero… Y nada de eso es verdad. Todo lo que tengo lo he conseguido por mí misma. Pero no necesariamente me verán en un reality show. Quizá, lo hagan en otro tipo de formato...
“Me gustaría que ya no me vieran como la ‘ex de’, sino como la persona que soy: una niña estudiosa y divertida”
—¿Entonces no te veremos en ‘Supervivientes’?
—Eso no se sabe (risas).
—¿Cuánto te queda para terminar la Universidad?
—Estoy haciendo tercero de carrera, pero con asignaturas de segundo. Este año estoy muy feliz porque he terminado la evaluación con todas las asignaturas aprobadas. Los años anteriores estaba menos centrada…
—¿No has considerado trabajar en las empresas de tu familia?
—En absoluto. Tengo el ejemplo de mi abuelo como emprendedor y quiero seguir sus pasos, pero la familia ha decidido que es mejor que yo no trabaje en las empresas. Y yo tampoco lo quiero.
—¿Tienes alguna línea roja? ¿Hay algo que no harías?
—Obviamente. Tengo mi dignidad. Soy una persona educada, me han enseñado bien y jamás haría ciertas barbaridades.
—¿Qué es lo más descabellado que te han ofrecido?
—(Risas). Mis representantes me conocen y hay cosas que ni me las comentan.
“Mis amigas están alerta y me advierten cuando alguien se acerca a mí por ser famosa. Hay mucha gente muy interesada”
—Hace poco dijiste que no descartarías volver con tu ex, Felipe de Marichalar…
—No lo dije así tal cual. Estuve ocho años con Felipe y el sentimiento de cariño ahí está. Es una persona muy buena, a la que adoro y quiero mucho. Alguna gente tiene una imagen frívola y errónea de él y de su familia. Yo siempre estoy abierta al amor. Nunca digo ‘de esta agua no beberé’, porque Felipe es una persona que se ha portado muy bien conmigo. No sé si el futuro nos volverá a juntar o nos dejará como amigos…
—¿Echas de menos tener pareja?
—No. El haber estado soltera me ha ayudado a aprender a ser mejor novia para el día de mañana. He aprendido a ser más independiente.
“He recibido ofertas de televisión y las estoy analizando, pero no necesariamente me van a ver en un”
—Ahora que eres famosa, ¿cuesta más conocer a un buen chico?
—Por supuesto. Mis amigas están alerta y me advierten cuando alguien se acerca a mí por interés, por ser famosa. Hay mucha gente muy interesada que se acerca solo por la fama.
—Pero supongo que también tendrás amigos que no quieren quedar contigo por miedo a salir en la foto…
—También, por supuesto. Tengo amigos que me dicen que no les apetece ir a comer conmigo porque no quieren ser fotografiados por los ‘paparazzi’. Me fastidia, pero es la realidad.
—¿Tienes ganas de enamorarte?
—He aprendido a estar soltera y ahora soy muy independiente. Soy muy activa y paso mucho tiempo con mis amigos. No me molestaría volver a enamorarme, pero me gustaría tener mi espacio y mi independencia. Soy una persona que se cansa rápido y termino viéndole los defectos a todo el mundo. Soy muy tiquismiquis.
—¿Qué tiene que tener un hombre para conquistarte?
—Tiene que ser cariñoso, valorarme, estar pendiente y atento de mí y alegrarse por mis éxitos. Y, por supuesto, tiene que ser fiel, leal con su pareja.
—¿Ahora mismo te gusta alguien?
—No, ahora mismo, no. Estoy tranquila y bien.
“Mi familia ha decidido que es mejor que no trabaje en las empresas familiares. Y yo tampoco lo quiero”
—Hay dos etiquetas muy recurrentes sobre ti: ‘ex de’ y ‘heredera. ¿Alguna de ellas te molesta?
—A ver, obviamente, soy la ‘ex de’, pero me gustaría que la gente ya no me viera como la ‘ex de’, sino como Mar Torres, una niña estudiosa y divertida… Respecto a lo otro, vengo de donde vengo, pero no soy una ‘niña de papá’.