Tras confirmarse que la aclamada serie regresa a las pantallas, con 10 episodios exclusivos, 22 años —y dos películas después—, es hora de repasar algunos de los aciertos y errores estilísticos que aprendimos de Sexo en Nueva York. De hecho, aunque hemos reducido a cinco lo que a nuestro juicio valoramos como lo más positivo y lo más negativo en cuestiones de moda de esta producción, vaya por delante que el mayor acierto en general sería, sin duda, la representación de la amistad femenina y su poder sanador en los peores momentos, que une por encima de todo a estas cuatro mujeres tan dispares. En el lado opuesto, consideramos que el mayor error es que, junto a Sarah Jessica Parker, Cynthia Nixon y Kristin Davis, no estará Kim Cattrall, es decir, Samantha, en esta nueva entrega. Parece que la mala relación entre Cattrall y Parker —de la que se han escrito ríos de tinta— podría ser uno de los motivos principales.
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Portada HOLA 3991
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Masterclass de estilo.
Gracias a Carrie, Sarah Jessica Parker es hoy todo un icono de estilo. En realidad, la artífice de este éxito fue Patricia Field, la diseñadora de vestuario detrás de Sexo en Nueva York, pero Sarah Jessica tuvo el mérito de hacer suyos looks inolvidables: mezclas de estampados imposibles, maxiflores, negro total, tutús y tacones 24/7.
Manolo Blahnik
Hablando de tacones, aunque el diseñador canario ya era considerado un genio en los 90, la serie lanzó sus zapatos al estrellato. “Nunca se me ocurrió que algo así podría pasar”, declaró el creador, al que el efecto Carrie Bradshaw le hizo vender treinta mil modelos en el año 2000 solo en Neiman Marcus.
El estilo de Charlotte.
La ingenuidad del personaje que encarna Kristin Davis casa perfectamente con su imagen impoluta de lady a la que nunca le fallan las perlas y el cashmere.
Mr. Big.
Rico, poderoso, influyente y elegante, el novio de Carrie, al que encarna Chris Roth, puede despertar amor y odio..., pero, con su estilo impecable, todo se le puede perdonar.
Miranda y sus looks de ejecutiva.
Con sus trajes de chaqueta y pantalones sobrios y en tonos neutros, el personaje de Cynthia Nixon destila elegancia y la seguridad de una agresiva abogada de Manhattan
Miranda fuera de la oficina...
Sin embargo, en sus facetas más relajadas (en casa o en un brunch con sus tres amigas), sus elecciones no pueden ser más desacertadas.
La ropa interior, mejor así, interior.
Por mucho que se empeñen en mostrar el lado atrevido de Carrie, llevar un sostén sobre la camisa puede ser muy rompedor, pero nada favorecedor.
Las pieles vintage.
La opción de adquirir prendas de segunda mano siempre es loable...Pero hay abrigos de Carrie que parecen más bien de quinta, y desde luego, nada sostenibles.
Samantha y el más es más.
Pero no. Aunque el personaje se diseñara como una sexydevorahombres, nos encantan sus escotazos y looks ajustados, a veces, sus excesos rayan lo caricaturesco.
El vestido de novia de Carrie.
No ponemos peros a la creación que Vivienne Westwood diseñó para la primera película, pero esa pluma en el tocado y los volúmenes...¡Tu traje nupcial no puede ser más grande que la propia boda!