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Completamente volcada en su bebé, así está Sandra Gago dos semanas después de convertirse en madre por primera vez. La modelo disfruta de las primeras veces de Darío, de sus avances, de los baños y de esos instantes mágicos en los que su hijo descansa plácidamente en sus brazos, convertidos para él en el mejor lugar del mundo. Precisamente uno de esos momentos en los que el niño duerme en su regazo ha querido inmortalizarlo y compartirlo la mujer de Feliciano López. "Así estamos mi osito y yo", ha dicho junto a la imagen en la que aparece tumbada en el sofá, con ropa cómoda y sujetando al nuevo miembro de la familia, quien aparece sobre una muselina pastel vestido con un body azul y tapado con una mantita del mismo color con corazones calados. La mirada de felicidad de la mamá resume el precioso momento que está viviendo.
© sandragago_-Una cuna personalizada, cuadros de animales... Sandra Gago muestra cómo es la habitación de su bebé
-Un niño 'buenísimo': Sandra Gago y Feliciano López cuentan cómo es su hijo Darío
El deseo de Sandra y Feliciano es estar junto a su bebé el máximo tiempo posible para no perderse nada de su evolución, pero las circunstancias han obligado a separarse físicamente durante unos días. Los compromisos del tenista han hecho que tenga que dejar a su mujer y al pequeño Darío en casa mientras él se desplaza a Australia, donde se prepara para disputar el primer Grand Slam de la temporada. "Bueno señores, ha acabado nuestro tercer día de cuarentena. Estamos volviendo al hotel, esta es nuestra vida en Australia, señores. Os iremos contando cómo se desarrollan los acontecimientos durante esta semana, parece que las cosas poco a poco se van normalizando", ha dicho tras un entrenamiento con Pablo Carreño. Se trata de un arranque amargo para la competición puesto que más de 70 profesionales han tenido que ser aislados al coincidir en los vuelos con algunos positivos en coronavirus.
© felilopezoficialLa crisis sanitaria, las más de 26 horas de vuelo que hay que hacer para ir desde Madrid a Australia y los pocos días de vida de Darío han impedido a Feliciano viajar en compañía de su familia, pero es probable que su mujer y su hijo le acompañen en próximos torneos para desearle suerte desde en las gradas, vivir en primera persona sus victorias y animarle cuando el resultado no es el esperado. Aunque la competición más importante para él no es ninguna de las que juega alrededor del mundo, sino la paternidad. Él mismo lo definía así en noviembre, cuando decía adiós a la inusual temporada deportiva: "Ahora toca descansar unos días,comer bien (y de paso ayudar al sector de la hostelería en estos momentos tan complicados que están pasando) y acompañar a mi mujer en su última etapa del embarazo.Esa será la preparación para el partido más importante de mi vida".
Un flechazo y muchos pasos importantes
Para Sandra y Feli (así le llaman sus allegados) nada es capaz de empañar la bonita etapa que atraviesan. Tener a Darío en casa es un sueño cumplido para ambos además del broche perfecto a su historia, que comenzó en septiembre de 2017. Entonces sus caminos se cruzaron en un lugar muy significativo: París. Él se encontraba en la ciudad del amor disputando el último máster 1000 del año y ella estaba trabajando en la capital gala. Unos amigos comunes los presentaron y el flechazo fue instantáneo. De hecho, desde ese momento comenzaron a viajar juntos y a hacer planes en los que rápidamente se dieron cuenta de que se complementan a la perfección. Poco después de celebrar su primer aniversario se comprometieron y su boda (un romántico enlace civil celebrado en Marbella) llegó justo dos años después de su primer cruce de miradas.
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