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Han pasado ya dos años y medio de la muerte de José María Íñigo, a los 75 años y esta semana, se celebra el juicio donde la familia del mítico presentador de radio y TV lucha por demostrar cuáles fueron los motivos reales de su fallecimiento. Según su viuda e hijos, Íñigo falleció tras un tumor cancerígeno provocado por su exposición al amianto, un peligroso material de construcción del que estaban recubiertos los estudios de Televisión Española. Deberá resolverse por tanto si el conductor de programas como Directísimo y Esta noche fiesta nos dejó por culpa de esa fatal intoxicación, ya que trabajó durante años en un plató de Prado del Rey donde esta sustancia caía desde el techo sobre los que allí estaban, provocándoles un riesgo grave.
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María Teresa Campos, íñigo Méndez de Vigo y otros rostros conocidos despiden a José María Íñigo
El caso, destapado ahora por Diario 16, fue denunciado por el propio locutor de Eurovisión en 2015. Íñigo se encontraba en óptimas condiciones de salud hasta finales de aquel año, cuando fue ingresado por dificultades respiratorias. Ya en el hospital, sufrió un derrame. El comunicador decidió enctonces exigir a TVE que se reconociera su estado como Enfermedad Profesional, en un proceso que ahora sigue en pie gracias a la familia. Todo se dirimirá en los Juzgados de lo Social de Madrid y, si finalmente la Seguridad Social da la razón a los demandantes, la cadena pública deberá asumir responsabilidades. En 2011, RTVE decidió desamiantar y derribar los estudios afectados, en los cuales el popular presentador y otros empleados permanecieron durante mucho tiempo. La demolición se llevó por delante también numerosos objetos y prendas icónicas de Televisión Española, como el disfraz del inolvidable Espinete de Barrio Sésamo.
Políticos, presentadores y cantantes, muy afectados tras el fallecimiento de José María Íñigo
José María Íñigo, que murió 75 años de edad, contaba con una dilatada experiencia en televisión y radio pero era, sobre todo, un experto en periodismo musical. De 2011 a 2017 fue el comentarista del Festival de la canción sustituyendo al veterano José Luis Uribarri. Durante esos años pudo narrar los décimos puestos que lograron tanto Pastora Soler en 2012 como Ruth Lorenzo en 2014, pero también el último lugar que cosechó Manel Navarro en 2017 o el penúltimo puesto de El Sueño de Morfeo. Como escritor publicó una veintena de libros y colaboró, entre otros, en el programa No es un día cualquiera (RNE), Aquí la Tierra y Hora punta. Recibió numerosos premios, entre los que se encuentra el Ondas al mejor presentador de televisión en 1971, así como seis TP de Oro, una Antena de Oro (2010) y el Premio a Toda una Vida 2010 de la Academia de Televisión.