Se ha dictado sentencia y ha vencido Cayetano Rivera . No era un juicio de trascendencia económica, pero sí era un juicio en el que el único propósito era resarcir su honor. Un juicio de David contra Goliat, ya que Cayetano, con su ya famoso abogado, Joaquín Moeckel , se enfrentaba a la Junta de Andalucía. Un juicio en el que lo único importante era que, efectivamente, se hiciera justicia.
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Todo comenzó en la corrida goyesca de Ronda del pasado 2 de septiembre de 2017. El torero realizó una gran faena, aclamada por el público de la plaza, que, con sus pañuelos, solicitaba al presidente los máximos trofeos para el matador: las dos orejas y el rabo. Sin embargo, no lo consideró así la máxima autoridad de la plaza, que solo le concedió las dos orejas, haciendo oídos sordos al clamor, ya que, ciertamente, es el único que tiene potestad para concederlos. Con los dos trofeos en mano, Cayetano, al dar la vuelta al ruedo, se situó a la altura del presidente y le reprochó que no hubiera atendido a la petición popular con un gesto y unas palabras. Según se recoge en la sentencia, cuando estaba a la altura del balconcillo de la Presidencia, le cuestionó de viva voz si no había visto la faena: “¡Este es el segundo rabo que me quitas y ya no me quitas más!”. Este gesto le valió a Cayetano una sanción de multa, por importe de 500 euros, por la presunta comisión de una infracción grave consistente en la desobediencia o resistencia a las órdenes de la Presidencia. Sin embargo, considerado del todo injusto por el torero y con su abogado, Joaquín Moeckel, al frente, deciden no quedarse de brazos cruzados y pasar a la acción. Como decíamos, es evidente que no era una cuestión económica, sino una cuestión de honor y justicia.
El diestro recibió la noticia como el mejor regalo de su cuarenta y cuatro cumpleaños, que, tras pasar por quirófano, celebró, en familia, junto a Eva y su hijo
Al principio no las tuvieron todas consigo, ya que la Junta desestimó el recurso, pero no cejaron en su empeño y, con la dirección letrada de Moeckel, presentaron una demanda ante el Juzgado de lo Contencioso de Málaga. Todo se ponía en contra: enfrentaban la guerra con la primera batalla perdida y conociendo lo complicado que es litigar contra la Administración. Además, la vista quedó fijada para el 5 de noviembre, día del cumpleaños de Eva González, y tenía que desplazarse de Sevilla a Málaga, desplazar, además, a dos testigos… Quizá, todo se comenzaba a hacer demasiado complicado para un tema tan pequeño, pero no desistieron.
Moeckel esgrimió todos sus argumentos impugnatorios: “La vulneración de los principios de tipicidad, presunción de inocencia, culpabilidad, proporcionalidad, así como la comisión de determinadas irregularidades procedimentales determinantes de una eventual prescripción de la infracción o caducidad del procedimiento administrativo sancionador”, tal y como se recoge en la sentencia, a la que ¡HOLA! ha podido tener acceso.
Todo esto valió, finalmente, para que Cayetano saliera victorioso de esta contienda contra la Junta de Andalucía y, sobre todo, con la sensación de que se ha hecho justicia. Más aún cuando la sentencia es firme y no admite recurso.
Tras pasar por quirófano por una operación menor de un dedo , el torero recibió la noticia al tiempo que celebraba su cuarenta y cuatro cumpleaños, en familia, junto a su mujer, Eva, y su hijo. Sin duda, el mejor regalo.