La actriz, e hija de Joan Manuel Serrat, y el actor Daniel Muriel son padres de una niña, a la que han llamado Mérida

Candela Serrat nos habla del papel más importante de su vida: la maternidad

‘Me gustaría que mi padre pudiera estar cerca y disfrutar de su nieta, pero, desgraciadamente, todavía no se puede por culpa de la pandemia’

20 de enero de 2021 - 8:00 CET20 ene 2021 - 8:00 CET

Candela Serrat está de gira por toda España con Trigo sucio , la obra de teatro de David Mamet que aborda, en tono cómico, el auge y caída de Harvey Weinstein, el poderoso productor de Hollywood devenido en delincuente sexual convicto. En pocos días, la actriz se presentará en Torrevieja y luego lo hará en Valencia y Madrid. Curiosamente, su marido, el actor Daniel Muriel , también está de gira, con la obra Anfitrión . Así que la primera pregunta que surge es cómo hacen para cuidar de la hija que tienen en común , Mérida , que nació el verano pasado y tiene poco más de seis meses: “Los dos estamos de gira y es un poco una locura. Por suerte, de momento, las fechas nos cuadran a los dos”, dice Candela entre risas.

La hija de Joan Manuel Serrat podría estar agobiada, pero no lo está. De hecho, se la ve feliz, radiante y entusiasmada con la maternidad y con haber vuelto al trabajo. “De momento, lo llevamos muy bien y estoy agradecida porque los tres podamos vivir este momento. Estoy muy agradecida porque los actores estamos viviendo una época muy difícil, en la que cuesta mucho tener trabajo, especialmente desde que comenzó la pandemia. Yo estoy girando por todo el país y no puedo pedir nada más”, reconoce.

—Trigo sucio es una obra que desnuda las miserias del showbusiness y los abusos de poder… ¿Alguna vez te has tenido que enfrentar a eso?

—El tema principal de la obra es el acoso sexual por parte de un productor muy poderoso. Gracias a Dios, yo nunca he vivido en mis carnes algo así en un trabajo, pero todos conocemos casos porque ha ocurrido mucho y no debería ocurrir. Aunque, como te digo, gracias a Dios, nunca lo tuve que sentir en primera persona… más que en la función.

—Es un tema muy actual…

—Sí, está muy basado en el caso de Harvey Weinstein, en Estados Unidos, pero se aborda de una manera muy humorística y está tratado de forma entretenida.

—El verano pasado diste a luz a tu hija, Mérida. ¿Cómo te cambió la vida?

—Al principio crees que la maternidad te va a ‘afectar’, pero esa es una palabra fea. La maternidad te cambia la vida porque aprendes a funcionar de otra manera: hay una persona nueva a la que hay que cuidar mucho y no sabe hacer nada. Pero, tanto Dani como yo, intentamos mantener la normalidad dentro de nuestras vidas: ver a nuestros amigos, salir…

unnamed_20210119114342-Collage-U36545622402sqr — La actriz es hija de Joan Manuel Serrat, y el verano pasado tuvo a su primera hija, Mérida, con el actor Dani Muriel.

“Dani es el mejor padre. Nunca le tengo que pedir que haga las cosas, siempre salen de él mismo”

—Y diste a luz en plena pandemia, ¿cómo lo viviste?

—La verdad es que la pandemia nos ha cambiado la vida mucho más que el hecho de ser padres. Hay muchas cosas que ahora no podemos hacer, la pandemia nos ha limitado mucho: no hay estrenos, no hay premios, no hay fiestas o eventos… Todas las cosas normales que solíamos hacer ya no existen, así que no sentimos que nuestra hija nos quite nada. Respecto a las giras, intentamos que Mérida participe en nuestra manera de funcionar y, de momento, vamos bien. Es más divertido, pero también bastante más agotador.

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“A nuestra hija la llamamos Mérida porque significa ‘mujer que ocupa un lugar de importancia’”

—¿Por qué la habéis llamado Mérida?

—Dani tuvo la oportunidad de hacer una función en Mérida justo cuando descubrimos que estábamos esperándola y, en ese momento, él tuvo que decir que no. Luego le ofrecieron otra función en Mérida, casi cuando yo iba a ser madre. Así que decidimos que la llamaríamos así. Después nos dijeron que era una princesa Disney. Empezamos a buscar el origen del nombre y nos gustó mucho lo que representaba. Significa ‘mujer que ocupa un lugar de importancia’. Y es así, ella ocupa un lugar muy importante en nuestras vidas. Además, Dani, finalmente, pudo estrenar su obra en Mérida y, poco después, nació nuestra hija. Así que cada vez que decimos su nombre recordamos ese momento tan bonito. También es un recuerdo de lo que más nos gusta a nosotros: el teatro.

—¿Y cómo se porta Mérida?

—Mérida es buenísima, buenísima. Nos lo pone muy fácil. Duerme estupendamente. Eso sí, aunque ella es muy buena, sigue siendo agotador. A veces, nos planteamos cómo sería ser padres con un bebé que no durmiera tan bien, que no comiera tan bien o que no fuera tan simpático…

“Es una niña buenísima y nos lo pone muy fácil. Aun así, la maternidad sigue siendo algo agotador”

—¿Cómo es Dani como padre?

—Es el mejor padre, el mejor. Formamos el mejor equipo. Yo siempre bromeo con mis amigas y con mi madre y les digo que lo bueno de Dani es que nunca le tengo que pedir que haga las cosas, salen de él. Podría pedirle que hiciera cosas y que las hiciera, y eso sería estupendo. Pero lo bueno de Dani es que le sale de él mismo: la mima y cuida muchísimo y está muy pendiente de ella. Ya sabemos que las niñas son muy de sus padres. Estoy esperando que llegue el momento en el que ellos dos formen su ‘pandilla’.

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“Dani mima muchísimo a nuestra hija, la cuida mucho y está muy pendiente de ella. Ya sabemos que las niñas son muy de sus padres”

—¿Estáis pensando en ampliar la ‘pandilla’? ¿Quizá, un varón?

—No tengo ninguna necesidad de tener niño o niña. Sí que, en un futuro, nos gustaría plantearnos tener otro hijo, pero ahora no porque me ha costado más reincorporarme al trabajo. Quiero que ella sea más mayor e independiente para buscar un hermano. No quiero que sea hija única. Tanto Dani como yo tenemos hermanos y queremos que nuestra hija también los tenga. Los hermanos fueron muy importantes para nosotros y queremos que ella también pueda disfrutar de eso.

Así fue la sesión de fotos con Candela Serrat

—Decías que te ha costado volver al trabajo, ¿por qué?

—Yo tenía muchas ganas de volver a trabajar. Mientras estaba embarazada de Mérida, trabajé todo lo que pude. Me ha costado más porque mi trabajo se ha visto muy afectado por la pandemia, mucho más que por la llegada de mi hija. Nos tuvimos que quedar todos en casa porque los teatros cerraron. Así que tenía ganas de retomar la nueva normalidad en el trabajo. Dani está con su gira de la obra Anfitrión y, por suerte, de momento las fechas nos cuadran para poder salir de gira los dos. De momento, lo llevamos muy bien y estoy agradecida por que los tres podamos vivir este momento.

“No hay estrenos, no hay premios, no hay fiestas o eventos… Todas las cosas normales que solíamos hacer ya no existen, así que no sentimos que nuestra hija nos haya quitado nada”

—¿Dirías que la maternidad es tu mejor papel?

—No considero que la maternidad sea un papel. Cuando yo hablo de papel, me refiero a algo que uno tiene que estudiar y aprender o algo impostado que uno crea para un personaje. La maternidad es algo que se va descubriendo… Diría que es algo más que ha llegado a mi vida y que intento hacer lo mejor que puedo. Haré algunas cosas bien y otras mal, como todo el mundo.

“Tanto Dani como yo tenemos hermanos y queremos que nuestra hija también los tenga”

—Hablando de paternidad, somos muchos los que no hemos podido ver a nuestros padres durante este último año por culpa de la pandemia. ¿Cómo lo has llevado tú?

—Quizá sea lo que se nos ha hecho más difícil a todos. Mi suegra, la madre de Dani, y mi padre han estado viviendo este confinamiento de manera más aislada porque tienen una edad y tienen que cuidarse más. Y, claro, al tener una nieta, me gustaría que pudieran estar cerca y disfrutar de ella, pero, desgraciadamente, a estas alturas, todavía no se puede por culpa de la pandemia. No los tenemos cerca, pero esperamos que podamos retomar la normalidad lo antes posible y, sobre todo, que la puedan disfrutar a ella y que ella pueda disfrutar de sus abuelos.