Mar Flores está radiante. Acaba de pasar unos días de descanso junto a Elías Sacal y un grupo de amigos en la isla de San Bartolomé, en el Caribe. El viaje ha sido un dulce final a un año de altibajos para la modelo y empresaria: comenzó el 2020 distanciada del empresario mexicano, pero luego Sacal le declaró su amor públicamente con un mensaje que dio la vuelta al mundo: “No puedo vivir sin ti. Mi amor eres y serás tú por el resto de mi vida y espero que en un futuro podamos retomar esta gran historia”, escribió él. Poco después, cuando reanudaron su relación, estalló la pandemia del coronavirus y se vieron obligados a separarse de nuevo.
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Sin embargo, la distancia física no ha hecho otra cosa que acercar más a Mar y Elías. La modelo ve al empresario siempre que su agenda se lo permite y ha aprovechado los meses de confinamiento para reflexionar y hacer cambios en su vida y, también, para volcarse en su trabajo con su marca de bolsos, MFM, y sus proyectos solidarios. “De no haber sido por el confinamiento, quizá, no me habría atrevido a tomar ciertas decisiones en mi vida, en el ámbito personal y profesional”, explica a ¡HOLA! “La conclusión de todo este proceso es que ahora siento más que nunca que llevo las riendas de mi propia vida”, añade.
Ahora, a sus 51 años, Mar se siente más segura que nunca. Tan segura que está dispuesta a escribir un libro y contar su vida en primera persona. “Mis prioridades siempre han sido cuidar de mis hijos y volcarme en mi trabajo. Sacar mis empresas adelante ya es un gran reto. Al 2021 le pido quedarme como estoy y, quizá, un libro en el que contar mis experiencias personales y cómo la vida me ha convertido en una mujer empoderada e independiente”, adelanta. Parece un objetivo ambicioso, pero no imposible para una mujer que ha hecho suyos dos lemas: “En la vida, si quieres algo, debes ir a por ello» y «ser valiente es la mejor recompensa”.
“Toda yo como mujer me encuentro en plenitud. Tengo la cabeza madura y el corazón tranquilo y contento”
Mar, ¿qué balance haces del 2020, que ha sido tan raro y difícil para todos?
Todo lo ocurrido en 2020 con la crisis provocada por el coronavirus ha hecho que algunas personas toquen fondo, sientan soledad, miedo, incertidumbre… En mi caso, el confinamiento me cogió fuera de España por trabajo y la ansiedad que sentí esos días hasta poder regresar con mi familia fue muy grande. Todo eso te hace aún más consciente de lo importante que es tu núcleo familiar y la salud de los tuyos.
Cuando llegué a España, tuve que guardar cuarentena y prescindir de los besos y abrazos de mis hijos para evitar un posible contagio. En esos días tomé conciencia de lo fuerte que soy y comprobé que mi carácter se crece ante las adversidades. Después de dos días muy malos me dije: “No te puedes dejar vencer”. Así que comencé con mis entrenamientos a diario online y con mis directos, en los que compartía con mis seguidores de Instagram mis rutinas de belleza, salud, alimentación… Todos ellos me ayudaron con sus muestras de cariño y su interés. Quiero pensar que nos ayudamos mutuamente.
“Mientras no haga daño a nadie, ni por supuesto a mí misma, apuesto por hacer lo que me dicte el corazón”
¿Cómo te ha afectado a ti la pandemia?
Como te contaba, el confinamiento lo pasé en familia, con mis hijos y con su padre (el empresario Javier Merino). Tenemos una relación cordial y, ante la incertidumbre de aquellos momentos, preferimos hacerlo así. De no haber sido por el confinamiento y esos días de reflexión y análisis, quizá, no me habría atrevido a tomar ciertas decisiones en mi vida, en el ámbito personal y profesional. La conclusión de todo este proceso es que ahora siento más que nunca que llevo las riendas de mi propia vida.
¿Cómo has sobrellevado los meses del confinamiento duro?
Con disciplina, positividad y acción. Ayudar a diferentes ONG y al colectivo de sanitarios me animó mucho. Me levantaba todas las mañanas y trabajaba en aquellas peticiones de colaboración que podía llevar a cabo. Como empresaria, nos pusimos manos a la obra para hacer mascarillas con las telas de mi marca, MFM, y, como amiga, apoyé a amigos con dificultades. Como tengo muchos amigos médicos y sanitarios, les llamaba y les preguntaba qué necesitaban y, a través de mi trabajo y mis contactos, intentaba contribuir con mi granito de arena.
¿Cómo ha sido tu trabajo en estos últimos meses?
Como empresaria, ha sido duro con dos tiendas cerradas. Hemos tenido que tomar decisiones que, en mi caso, siempre han sido priorizando la parte humana por encima de la empresarial. Ha habido también otros proyectos que se cayeron y, claro, la situación da mucho vértigo.
Es difícil gestionar la incertidumbre, la inestabilidad ante el futuro, pero también le saqué el lado positivo y, como CEO y directora creativa, aproveché para trabajar en una colección premium de mi marca, MFM, que se llama Alma, y que he presentado a los medios en estos días. Se puede encontrar online y en nuestras tiendas propias en los centros comerciales Moda Shooping y Moraleja Green. Es ropa muy versátil, que combina un look para teletrabajar o para salir a la calle, sin perder un ápice de estilo y actitud. Cuando el mundo cambia, la moda también debe adaptarse.
“De no haber sido por el confinamiento, quizá, no me habría atrevido a tomar ciertas decisiones. Siento más que nunca que llevo las riendas de mi vida”
Entonces, ¿te ha costado más llevar adelante tu marca en el último año?
Ser empresaria en tiempos tan conflictivos es, lógicamente, más difícil. Y la moda, como tantos otros, es un sector que se ha visto muy afectado por esta crisis. Son tiempos de readaptarse, trabajar más y tener mucha imaginación y creatividad para afrontar esta nueva etapa. Como muchos de mis amigos diseñadores nacionales e internacionales me decían: “El confinamiento va a marcar un antes y un después en el mundo de la moda”. Yo también lo pienso, pero no solo en la moda, sino en la manera de vivir y valorar el tiempo y, también, el espacio en el que nos movemos.
Sigues muy implicada en muchos proyectos solidarios. Cuéntanos en qué has estado trabajando.
Me involucré con algunas organizaciones, como Cruz Roja, que me pidieron ayuda durante el confinamiento. Desde mi marca, MFM, también ponemos en marcha acciones solidarias con organizaciones menos conocidas, pero no por ello menos importantes, como la Fundación Pablo Ugarte. Mi colaboración con Naciones Unidas a través de la Fundación WT ha quedado en suspenso este año y la gala anual no podrá hacerse hasta nuevo aviso.
¿Con quién y dónde has pasado las Navidades?
Como siempre, con mi familia y con mis hijos. La Nochebuena en mi casa, así toca este año, y el fin de año lo pasaron con su padre.
¿Y Año Nuevo?
Acabo de pasar unos días en San Bartolomé con amigos, así que ya he disfrutado de unos días de desconexión y me doy por satisfecha. Con la situación actual, prefiero no hacer planes a largo plazo. Ya hemos visto que todo puede cambiar en un segundo…
Antes te preguntaba sobre tus objetivos para dos mil veintiuno y me hablabas de escribir un libro, pero también de seguir cuidando a tus hijos. Tu hijo mayor, Carlo, se ha convertido en un influencer gracias a la serie Toy Boy. ¿Cómo estás viendo este boom en su carrera? ¿Le das algún consejo?
Como todas las madres, no puedo evitar darle consejos, claro, y, sobre todo, le ayudo en lo que puedo o me deja. Este año me gustaría que se asentara profesionalmente y se sienta realizado. Ha trabajado duro y empezando desde abajo. Su primer trabajo fue de camarero y aprendió exactamente lo que cuesta ganar un salario, por eso se lo merece. También vio con sus propios ojos cómo su madre separada tuvo que trabajar duro para mantenerse. Sabe y entiende de la vida tanto o más que yo.
¿Qué opinan tus hijos pequeños sobre el éxito de Carlo? ¿Admiran a su hermano mayor?
Carlo tiene una buena relación con todos sus hermanos y claro que le admiran. Los más mayores le siguen en sus redes sociales y se sienten orgullosos de sus éxitos.
Antes hablábamos de tu reciente viaje a la isla de San Bartolomé, junto a Elías Sacal. ¿En qué momento se encuentra ahora tu corazón?
No solo mi corazón, toda yo como mujer me encuentro en plenitud. Tengo la cabeza madura y el corazón tranquilo y contento. Pasar unos días en compañía de buenos amigos siempre te carga de energía.
¿La distancia se te hace pesada en algún momento?
Querer en la distancia es duro, pero también resulta muy auténtico, siempre que exista gran respeto por ambas partes. Así es como yo lo veo. Sé que hay gente que piensa que la distancia es el olvido, como dice la canción, pero, a estas alturas de mi vida, no me influye lo que piensen los demás. Priorizo lo que siento yo, siempre me he movido por mis sentimientos y me siento afortunada por ello. Mientras no haga daño a nadie ni, por supuesto, a mí misma, apuesto por hacer lo que me dicte el corazón.
¿Qué tiene que tener un hombre para conquistar a Mar Flores?
Principalmente, humor, constancia y muchas ganas de gozar la vida. En un compañero de vida valoro mucho la capacidad de lucha, el ser capaz de rectificar cuando se comenten errores e intentar mejorar como ser humano. Y, por supuesto, el tesón, la disciplina y la honestidad con uno mismo y con el ser amado.
¿Y qué no puedes soportar en un hombre?
No quiero generalizar porque no es justo. Los defectos que son tóxicos para los demás, tanto en hombres como en mujeres, prefiero mantenerlos lejos de mí.
¿Hay algo que eches de menos de vivir en pareja?
Estoy perfectamente como estoy. Lo más difícil es aprender a vivir bien con una misma. Desde ese punto de partida, convivir o no con otras personas no es algo que necesite para estar bien.
¿Te imaginabas hace unos años viviendo una historia de amor tan diferente?
En realidad, no imaginaba casi nada de lo que la vida me ha deparado… Y, lógicamente, el amor en cada etapa vital se siente de forma diferente. Es lo bueno que tiene la vida, por lo menos la mía, que no deja de sorprenderme…
Si tuvieras que resumir en una frase cómo estás ahora, cómo te sientes, ¿cuál sería esa frase?
Me siento poderosa, plena, en el sentido en que yo entiendo esta palabra. Hay dos grandes lemas que hago míos: “En la vida, si quieres algo, debes ir a por ello” y “ser valiente es la mejor recompensa”.
Eres una mujer valiente y también muy independiente. ¿Eso asusta a los hombres?
Así es. Lo he podido comprobar. Aquellos que se asustan ante una mujer independiente no están hechos para mí. Las mujeres como yo necesitan a su lado hombres valientes, pero sobre todo inteligentes, que sepan valorar y admirar esa cualidad.
¿Ahora te sientes más segura que cuando tenías veinte, treinta o cuarenta?
Absolutamente. La seguridad se gana superando las malas experiencias. En varias ocasiones he podido comprobar que soy como el ave fénix: siempre vuelvo a renacer y con más fuerza, aún si cabe.