El año 2021 ha empezado de la mejor manera posible para Iñaki Urdangarin. Acaba de cumplir 53 años y ha dejado la prisión de Brieva (Ávila) donde cumplía prisión por varios delitos del Caso Nóos por el centro de inserción social Melchor Rodríguez García de Alcalá de Henares (Madrid), donde acudió por primera vez el pasado 13 de enero. Además, un auto del juzgado de vigilancia penitenciaria número 1 de Castilla y León ha estimado su recurso y le ha concedido el tercer grado penitenciario, de tal manera que trabajará fuera de prisión, regresará al centro para dormir y disfrutará de todos los fines de semana libres. Hasta ahora y conforme al principio de flexibilidad del artículo 100.2 del reglamento penitenciario se le había permitido un regimen más abierto, pero su abogado, Mario Pascual Vives, interpuso un recurso al rechazarse la progresión al tercer grado.
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Ahora, el juez ha visto que, según informes emitidos por unanimidad por los profesionales que integran la Junta de Tratamiento de la carcel, su pronóstico de reincidencia es "bajo". "Ello determina que la evolución del interno sigue siendo favorable y satisfactoria, sin que consten sanciones o incidenica en el disfrute de los permisos, hasta ahora siete, que le han sido concedidos". También se ha tenido en cuenta "el resto de motivos alegados por el recurrente, son de carácter objetivo y constables. Lleva cumplidos dos años y casi siete meses de su condena de cinco años y diez meses de prisión, estando cercana la fecha de cumplimiento de la mitad, prevista para el 12 de mayo de 2021, sin que, por otra parte, tal límite temporal, sea requisito legal exigido para el acceso al tercer grado, o factor determinante por si solo para el mantenimiento en segundo grado", continúa el auto.
El escrito judicial también destaca que Urdangarin "ha manifestado su arrepentimiento por el daño causado" y que otros coacusados y condenados en la misma causa, como Diego Torres, ya disfrutan de este beneficio "por lo que razones de justicia material aconsejarían dar un trato igualitario en tal situación". "En definitiva, teniendo en cuenta los argumentos de la Junta de Tratamiento, los informes tanto de la trabajadora social como del educador, que avalan la progresión del interno al tercer grado, el escueto contenido de la resolución de la Secretaría General que se recurre y el propio contenido del recurso, no nos oponemos a su estimación en cuanto a que el señor Urdangarin sea progresado a tercer grado, teniendo en cuenta la previsión legal establecida en el artículo 106.2 y 2 del Reglamento Penitenciario".
A pesar de todo, el juzgado condiciona la concesión del tercer grado a que "el interno realice el programa Pideco, de reciente creación y destinado precisamente a delincuentes económicos como el señor Urdangarin, por entender que como instrumento tendente a su reinserción y reeducación resulta beneficioso y le servirá para forzar su tratamiento penitenciario. Igualmente y en el mismo sentido, consideramos que el otorgamiento del tercer grado debe quedar también condicionado al mantenimiento de su actividad labora en el centro Don Orione".
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