Tras el anuncio de separación de Bertín Osborne y Fabiola Martínez después de 20 años de relación, comienzan a surgir algunos interrogantes relacionados con sus vidas por separado. La ya expareja, que ha explicado cada uno por su lado los motivos de esta decisión, no solo deja de convivir con todo lo que eso conlleva. Además, se rompe un tándem televisivo de éxito que llevaba funcionando a las mil maravillas desde hace más de un lustro. Hablamos del popular programa en el que Bertín recibe en su casa a invitados de renombre -políticos, deportistas, artistas...- para comer, cocinar, charlar de forma íntima y lo que haga falta. Lógicamente, Osborne lleva siempre la batuta pero Fabiola era parte fundamental, casi diríamos que indivisible, del espacio. De hecho, en muchas ocasiones, ella ejercía también de entrevistadora única con las parejas sentimentales -esposas o novias- de los protagonistas que acudían al programa. Fabiola hablaba cara a cara con estas mujeres no tan conocidas para el gran público y las acercaba al espectador con mucha naturalidad. Eso, ahora, lo va a perder desafortunadamente 'Mi casa es la tuya'. Veremos cómo le afecta la ausencia de la modelo venezolana, puesto que el espíritu familiar y cercano del formato se puede ver seriamente resentido.
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La significativa presencia de Fabiola Martínez en el programa de televisión junto a Bertín Osborne ha quedado siempre palpable, como veíamos en las grabaciones dentro de la lujosa finca sevillana que posee el cantante en Sevilla. "Aquí he vivido algunos de los momentos más bonitos junto a mi familia", aseguraba el presentador sobre esta hacienda que compró hace casi tres décadas, un cortijo que tiene más de 2.000 metros cuadrados construidos, además de 41 hectáreas de prados, 8 de olivares, naves de ganado, cuadras de caballos y hasta 6 edificios principales que están conectados. Como decíamos, este lugar sirve como escenario de su programa por donde han pasado algunos de los rostros y artistas más importantes de este país. Bertín y Fabiola conseguían que sus invitados se abrieran en canal, pero también eran ellos mismos los que compartían públicamente todo tipo de confidencias. Y lo hacían tanto en su hogar como cuando visitaban a otros fuera.
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Como aquel día en el que Fabiola revelaba que le cuesta decir a su padre lo que le quiere, mientras que Bertín sí se lo dice habitualmente al suyo después de "muchas crisis". También contó el cantante que su suegro, al principio, "no se fiaba mucho" de él... pero no por su fama de conquistador. El temor que sentía era porque Bertín conducía muy rápido con el coche. Fabiola lo contaba así en TV: "Mi madre estaba supernerviosa porque eras su amor platónico y mi padre me dijo: "Ten cuidado con este hombre porque le gusta correr mucho"". Por otro lado, Bertín y Fabiola también se emocionaron muchas veces al hablar de su hijo Kike: "En el hospital, después de dar a luz, me dijiste: "Perdona, yo te quería dar un niño sano"", contaba Bertín sobre Fabiola, que no podía evitar las lágrimas al escuchar a su marido. Sin embargo, pese a la lesión cerebral del pequeño, afirmaban que era "el mejor regalo” que podían tener y que su enfermedad les unía. Además, en otra emisión, Bertín vivió uno de las situaciones más emotivas e impactantes al recordar la muerte de su primer hijo, Cristian, poco de nacer.
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Recordando más momentos del programa que quedarán para siempre en su retina, está el día del estreno con un padrino de lujo: Pablo Alborán. 'Se me caía la baba con él', decía Fabiola sobre el artista malagueño, que les cantó en casa su famosísimo 'Solamente tú' junto a Carlos, hijo menor de la pareja cuya voz ya apuntaba maneras. También rememoraban las curiosas teorías que Carmen Martínez Bordiú les contó sobre la sexualidad, la adolescencia conflictiva de Pablo Motos con amigos que no terminaron bien, la preocupación de Jesulín por su cartera tras sufrir un accidente, el primer beso de Alaska y Mario... Junto con las escenas más divertidas: "El día que más me rei fue con Ana Obregón haciendo yoga y el perrito cabeza abajo", relabata Bertín; o cuando Ken, el marido de Jorge Carvajal, se arrancó a interpretar con su acento británico el 'Corazón Partío' de Alejandro Sanz.