Han pasado ya veinte años desde que Bertín Ósborne y Fabiola Martínez se conocieron de manera inesperada gracias al trabajo. Desde aquella primera vez que sus miradas se cruzaron han ido dando importantes pasos como su boda o el hecho de formar juntos una familia con el nacimiento de sus dos hijos en común, Kike y Carlos. Precisamente por la felicidad de los niños, que son todavía menores de edad, seguirán remando en la misma dirección aunque ahora de una manera diferente tras su separación, que ha anunciado él mismo mediante un comunicado que puedes leer aquí. El presentador y la modelo emprenden caminos diferentes con un nexo de unión inquebrantable y un cariño que perdurará no solo por los momentos que han vivido juntos sino también por los obstáculos que han superado gracias a su apoyo mutuo.
-Carlos, el hijo de Bertín Osborne, convertido en el 'showman' de la familia a sus casi 12 años
-¡Vuelta a las aulas! El nuevo reto de Fabiola Martínez
La primera dificultad que encontró la pareja llegó poco después de su enlace. Justo al inicio de 2007, a causa de una listeriosis, Fabiola daba a luz de forma prematura a su primogénito, Norberto Enrique, quien nació con una lesión cerebral. En mayo el bebé recibía el alta y comenzaban los tres juntos una nueva vida en la que las previsiones médicas no eran nada halagüeñas. “Nos dijeron que no hablaría ni vería ni andaría...", nos contaban en ¡HOLA! coincidiendo con el décimo cumpleaños del niño. Pero Kike se ha convertido en el mejor ejemplo de superación y fortaleza, sorprendiendo cada día a su familia. “Su avance cognitivo es brutal. Está superconectado, pendiente de todo; se mete en las conversaciones, sabe de lo que todo el mundo habla en cada momento...” explicaba orgulloso el artista.
En 2008 llegaba a sus vidas Carlos, un niño espontáneo, simpático, amante de la música y el baile que completaba su felicidad. A pesar de que es el pequeño, está muy pendiente de su hermano mayor, lo ayuda mucho y sabe cómo adaptarse a las necesidades que va teniendo Kike según crece. Es precisamente su evolución lo que hizo que en 2018, al llegar a la adolescencia, tuviera que pasar por el quirófano para corregir un problema en sus piernas. Aquella intervención se le complicó en pleno proceso de recuperación con una fractura en el fémur que le hizo pasar por la UVI. Afortunadamente todo quedó en un susto y el primogénito de Bertín y Fabiola sigue manteniendo intacta su admirable actitud y su espíritu de superación.
El último gran susto que vivieron se remonta a escasos meses atrás, concretamente a septiembre, cuando Kike daba positivo en una prueba de coronavirus. A pesar de todos los esfuerzos de la pareja por protegerle y aislarse para no estar en contacto con nadie, los peores temores de Bertín y Fabiola llegaron con el contagio de su hijo mayor. Por fortuna, una vez más demostró una gran fortaleza y pasó la enfermedad asintomático.
La eterna admiración de Bertín a Fabiola
En estos catorce años de matrimonio, Bertín y Fabiola han hecho frente a rumores de crisis y a momentos difíciles para la familia como el trastorno alimentario de Claudia (hija del presentador) o la pérdida de Leticia (nieta de Osborne) con escasas semanas de vida. Pero lo que más les ha unido es el problema de Kike. De hecho, motivados por su experiencia pusieron en marcha su proyecto más personal: la Fundación Bertín Osborne. Una iniciativa para ayudar a otras familias en su misma situación, compartir con ellos su vivencias y poner en marcha actividades beneficiosas para los niños con lesiones cerebrales, a los que el presentador de Mi casa es la tuya define como angelitos muy cariñosos y sin maldad. "Son niños muy inteligentes pero viven dentro de un cuerpo que no les permite expresar esa inteligencia", decía.
Esta vivencia ha permitido al cantante andaluz y a la modelo venezolana dar la mejor versión de sí mismos. Es por eso que Bertín siempre ha aplaudido públicamente la labor de Fabiola como madre. No solo en el comunicado de su divorcio la ha elogiado, son muchas las ocasiones en las que ha aplaudido su generosidad y su entrega. "Madre es la palabra más bonita en cualquier idioma, pero las madres de niños con parálisis cerebral son las GEO de las madres, por eso quiero agradecerte todo lo que haces", le decía a su mujer en una de las últimas veces que los hemos visto juntos.