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El año ha comenzado de la mejor manera para Mario Conde. A pesar de los contratiempos que nos han dejado los primeros días de enero, el exbanquero tiene un importante motivo para sonreír y mirar al futuro con optimismo y esperanza: está feliz al lado de Adriana Torres Silva. Su relación con la marquesa de Casa Mendaro, de la que la revista ¡HOLA! mostró en exclusiva el pasado mes de octubre las imágenes que confirmaban su amor, marcha sobre ruedas y su complicidad queda patente en todos los planes que comparten juntos como el que han hecho recientemente por las calles de Sevilla. En la capital hispalense los hemos visto hace unas horas muy compenetrados compartiendo conversación y un agradable paseo en moto.
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Mario y Adriana, con ropa informal y equipados para la bajada de temperaturas que marcan los termómetros de Sevilla (ambos con abrigo y bufanda) se dirigieron hasta el lugar en el que estaba aparcada la moto de la aristócrata mientras charlaban animadamente. Una vez que llegaron al vehículo, se prepararon para no pasar frío durante el trayecto, se pusieron el casco y emprendieron su viaje por las calles de la ciudad que es testigo del avance de su historia de amor. Y es que, aunque han visitado juntos diferentes puntos del mapa como Santander y Salamanca, es en Andalucía donde pasan la mayor parte del tiempo que comparten juntos. Y es que Conde está largas temporadas en su finca de Los Carrizos, un cortijo que se sitúa en la Sierra Norte de Sevilla, a una hora aproximadamente de la capital hispalense. Torres Silva, por su parte, tiene su residencia fijada muy cerca de la localidad de Utrera.
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El que fuera presidente de Banesto, de 72 años, ha encontrado la estabilidad al lado de Alejandra Torres Silva tras separarse en 2016 de la profesora universitaria María Pérez-Ugena Corominas y enviudar anteriormente -en octubre de 2007- de la madre de sus dos hijos, María Lourdes Arroyo Botana. Ahora está ilusionado al lado de la Marquesa, con la que comparte aficiones. Ambos son amantes de la pintura y el arte. De hecho Mario Conde parece haber encontrado una gran inspiración con esta relación y dedica mucho tiempo a crear sus propias obras. “El arte ha vuelto a mi vida y según mis meigas gallegas volvió para quedarse. Digo volvió porque nací rodeado de arte”, decía en septiembre. Ella, por su parte, es Licenciada en Bellas Artes y una reconocida pintora que ha expuesto en Estados Unidos, América Latina o Asia.
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Tras pasar siete años en prisión (desde 1998 hasta 2005) por apropiación indebida, estafa y falsedad tras la intervención de Banesto, la armonía y la tranquilidad parecen haber llegado a la vida de Mario Conde al estar con Alejandra, que tiene 52 años y es madre de tres hijas nacidas durante su extinto matrimonio con Felipe del Cuvillo. A pesar de que ha hecho de la discreción su máxima, tiene como seguidores de su obra a nombres tan relevantes como Antonio Banderas y está vinculada con la reina Fabiola de Bélgica. Hija de Esteban Torres González-Camino y Luisa Fernanda Silva Mendaro, los fallecidos marqueses de Casa Ulloa y Casa Mendaro, fue relacionada sentimentalmente hace tres décadas con Felipe de Bélgica, pero esa información nunca llegó a ser confirmada.
