Quince días después de dar positivo en coronavirus, Ana María Aldón y José Ortega Cano han dejado atrás el susto inicial y recuperan poco a poco el pulso de su vida. Tras dos semanas de confinamiento en su casa de Costa Ballena (Cádiz), el matrimonio se sometía este lunes a un nuevo test en el que daban negativo, un resultado que ha permitido que vuelvan a pisar la calle y retomen sus compromisos y rutinas. En su primera salida han cogido el coche y han puesto rumbo al cementerio de Chipiona, donde han colocado unas flores en la tumba de Rocío Jurado y han rezado por la inolvidable artista en compañía del pequeño José María y de Celia, la madre de la colaboradora televisiva.
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Muy animado y preparado para hacer frente a las bajas temperaturas, el diestro ha explicado que tanto él como el resto de la familia se encuentran bien -cabe recordar que además de su mujer y él, dieron positivo sus hijos José María y Gloria Camila y una persona que trabaja con ellos a la que llaman cariñosamente tía Marina-. Por su parte, Ana María ha contado que al principio estaban preocupados porque no sabían cómo iba a ser la evolución pero que ahora que el tiempo ha pasado se sienten afortunados porque no han necesitado ninguno ir al hospital. Eso sí, aunque ya lo han superado y el miedo inicial ha quedado atrás,la finalista de la última edición de Supervivientes ha reconocido que tienen secuelas: "Queda el cansancio y la fatiga".
Mientras que Ana María tuvo escasa sintomatología, no muy fuerte y duró poco, Ortega Cano sí lo ha pasado mal. Este fin de semana explicaba en Viva la vida el propio viudo de Rocío Jurado que había tenido bastantes molestias, problemas para dormir, tos y dificultad para expulsar las flemas. Su hijo, sin embargo, se ha mantenido asintomático. A punto de cumplir 8 años no ha tenido molestias y, según el diestro y la diseñadora, ha pasado el confinamiento estudiando, jugando y muy contento por estar las 24 horas del día con sus padres en casa.
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© GtresonlineNuevo año, nuevos proyectos
Gloria Camila, que contó el 31 de diciembre que la familia acababa el año con la noticia del contagio, también ha podido retomar sus compromisos y volver a la normalidad. Así, puede regresar al rodaje de Dos vidas, la serie con la que debuta en la interpretación tal y como adelantó la revista ¡HOLA! en primicia. "Echo de menos estar rodando, a mis compañeros, madrugar incluso. Tengo muchísimas ganas de volver", ha dicho sobre este proyecto con el que está muy ilusionada aunque también algo nerviosa. Según ha explicado a RTVE, este cambio de rumbo tras acabar Diseño de Moda ha sido inesperado y casual. "Fue de repente. Me llamaron para el casting en verano y me aprendí el guion. Fui con mi padre, que me acompañó al casting", ha dicho, recordando que cuando a los tres días la llamaron su padre y ella comenzaron a gritar de alegría por casa. La experiencia de interpretar a Cloe está siendo muy positiva, se siente identificada con el personaje y las compañeras la han recibido con los brazos abiertos.
© RTVEEsta no es la única buena noticia que hace sonreír a la familia tras el agridulce comienzo de 2021. Mientras que Gloria afronta este nuevo reto con una sonrisa y consciente de que no se librará de las críticas en esta nueva faceta, la mujer de su padre también está ilusionada en el terreno profesional. En diciembre Ana María daba un paso más en su experiencia televisiva y se estrenaba como colaboradora en Viva la vida. Tras su aplaudido paso por Supervivientes, un programa que cambió su vida, recibió la oferta de formar parte del programa de Emma García pero ha tardado meses en aceptarla. Ahora está muy contenta no solo por haber dicho que sí, sino también por cómo se ha adaptado, por el recibimiento y por el apoyo de su familia. Y es que, a pesar de los rumores, Ortega Cano considera que su mujer lo está haciendo muy bien y le gusta verla tan feliz.
