Es imposible aburrirse en casa de los Morata Campello. Aunque todavía les quedan muchas cajas por desembalar, su nuevo hogar en Turín está lleno de vida y alegría. A finales de septiembre, Alice Campello y Álvaro Morata decían adiós a Madrid y daban un giro a su vida trasladándose a Italia, donde el futbolista ha empezado la temporada en las filas de la Juventus de Turín. Pero la mudanza a otro país no ha sido su único gran cambio: llegaron siendo cuatro y, pocos días después de su desembarco, el 29 de septiembre, nacía su tercer hijo, Edoardo . Emocionados con la familia numerosa que han formado, nos abren las puertas de su casa y nos presentan a su pequeño, con el que los mellizos, Alessandro y Leonardo, que cumplieron dos años el pasado 29 de julio, están encantados.
La empresaria e it girl, de veinticinco años, regresa así a su país natal, donde comenzó su historia de amor con Álvaro, de veintiocho años, a raíz de un flechazo en las redes sociales. Aún no se han cumplido cinco años de su primera cita y, en este tiempo, se han casado -en una romántica ceremonia en Venecia, en 2017- y han tenido tres hijos, sus tres mosqueteros. Con ella hablamos sobre su nueva vida en Italia, su relación con Álvaro, la maternidad , su trabajo al frente de su empresa de cosmética y sus planes de futuro.
—Hola, Alice, regresáis a Italia, donde comenzó vuestra historia de amor, pero ahora siendo cinco. Además de haberos convertido en familia numerosa, ¿en qué crees que habéis cambiado?
—Creo que nuestra relación ha madurado mucho. Convertirnos en padres ha cambiado todo para mejor. También nos conocemos y entendemos más el uno al otro, la complicidad se va fortaleciendo con los años y vamos acumulando vivencias juntos.
—¿Te hacía ilusión volver a tu país y tener a tu familia más cerca?
—Amo Italia, pero a España también. Estoy feliz por estar en mi país, pero en España estaba muy feliz y me encanta. Son dos países muy parecidos.
—Vuestra mudanza ha sido muy rápida y, encima, a punto de dar a luz y con dos niños pequeños. ¡Habrá sido una locura!
—Ha sido un poco caótico, sí. Se nos juntaron muchas cosas: el bebé, una mudanza, organizar todo en Italia…, pero lo hemos salvado bien. Estamos haciendo todo poco a poco, sin prisa e intentando agobiarnos lo menos posible
—¿Cuánto tardasteis en encontrar esta casa?
—Hemos estado en una primera casa provisional y ahora ya nos hemos instalado en la definitiva, que nos encanta. No hemos tardado mucho en encontrar un sitio especial donde instalarnos.
‘Pensé que Edoardo iba a nacer en España…¡y ha habido un cambio de nacionalidad!’ cuenta Alice, de veinticinco años, que dio a luz a los pocos días de aterrizar en Turín
—¿Todavía te quedan cajas de la mudanza por deshacer?
—Todavía quedan cajas… Viajamos a Italia antes de hacer la mudanza y tenemos prácticamente todo sin desembalar. Pero, mientras esté lo indispensable, iremos poco a poco organizando el resto.
—Al poco tiempo de llegar a Turín, nacía Edoardo, ¿cómo fue el parto? ¿La experiencia te hizo estar más tranquila?
—Sin duda, más tranquila que en el primero. La experiencia ayuda mucho, ya has pasado por ello y conoces lo que es. Fue un momento muy especial, que vivimos todos muy unidos. Ale y Leo son pequeños aún y quisimos que se sintieran importantes también en la llegada de su hermano. ¡Y están encantados con él!
—¿Te lo imaginabas así?
—Pensé que iba a nacer en España… ¡y ha habido un cambio de nacionalidad! Por lo demás, todo bien y el bebé está muy bien, que es lo importante. De todas formas, ha superado mis expectativas, porque, cuando he visto a Ale y Leo con él, me he sentido completamente llena de amor y orgullosa de lo que hemos formado juntos.
‘Por las noches noto la diferencia entre tener un bebé y mellizos, ahora mi atención ya no está dividida. Pero durante el día, tengo tres… ¡y Ale y Leo están en una edad que no paran!’
—Cuando cogiste a tu bebé en brazos, a tu tercer mosquetero, ¿sentiste lo mismo que con Alessandro y Leonardo?
—Sí. Es un momento tan especial e íntimo que no sabría comparar, ni explicarlo. Imagino que como cualquier madre. Cada hijo es único y su llegada es de las vivencias más importantes e imborrables.
—¿Cómo te estás recuperando de la cesárea?
—Al ser solo un bebé, me está siendo más fácil recuperarme esta vez. Estoy bastante bien ya, pero con tanto niño en casa tampoco me puedo permitir tomarme mucho tiempo para mí, aunque sí procuro cuidarme y, en nada, creo que ya estaré fenomenal.
—Se te ve estupenda, parece increíble que acabes de tener un bebé, ¿te cuidaste mucho durante el embarazo?
—Me cuido lo normal. Tampoco hago grandes extras ni sacrificios. Tengo la suerte de que mi cuerpo se recupera rápido.
‘Ale y Leo hacen mil travesuras cada hora y, entre ellos, se animan. Hasta en las tiendas intentan escaparse para esconderse en los probadores y asustarme’
—¿Cómo es Edoardo? ¿Es un bebé tranquilo?
—Es un bebé muy bueno, es tranquilo, de momento, y nos tiene felices.
—¿A quién creéis que se parece?
—Creo que se parece a Leonardo de bebé y también a Álvaro muchísimo.
—Supongo que, después de tener mellizos, con Edoardo será todo más fácil para vosotros, al ser solo uno.
—Por las noches y en todo lo que se refiere al cuidado del bebé, sí. Al ser uno, noto la diferencia, mi atención ya no está dividida. Pero, durante el día, tengo tres… ¡y Ale y Leo están en una edad que no paran!
—¿Cómo reaccionaron cuando ya fueron conscientes de que había un nuevo bebé en casa?
—Hice un vídeo precioso que compartí en Instagram después. Quería guardar ese momento tan especial y que puedan verlo ellos cuando sean mayores y tenerlo como recuerdo. Le daban besos y le llevaron un regalo. Estaban sorprendidos y felices, para ellos su llegada ha tenido que ser algo mágico.
—¿Les gusta cuidar a su hermano pequeño?
—¡Sí! No sé si cuidar, pero les gusta estar todo el tiempo con él, hablarle y darle besos. Sin duda, Edo va a estar muy entretenido.
—Tienen cara de traviesos… ¿Lo son?
—Lo son, sí…, pero son muy buenos y divertidos. Yo los veo felices, y para mí eso y saber que se sienten muy queridos es lo importante. ¡Pero no paran! Ale, quizá, es más orgulloso, tiene muchísimo carácter y es más difícil de controlar, pero Leo es más activo y, si me enfado, es quien me escucha más y se tranquiliza. Son niños muy curiosos y muy cariñosos.
—¿Cuál es la mayor travesura que han hecho hasta la fecha?
—No sé decir una en concreto porque hacen mil cada hora. Entre ellos se animan y no paran. Hasta en las tiendas intentan escaparse y esconderse en los probadores para asustarme. Hacen de todo, no paran ni un segundo.
—Y quién es el que los regaña más, ¿Álvaro o tú?
—A la hora de educarlos y enseñarlos vamos muy en equipo. Los dos los regañamos mucho, si creemos que es justo, pero luego somos muy cariñosos en el día a día.
—Con dos años ya empezarán a hablar mucho, ¿lo hacen en español o en italiano?
—Hablan ambos idiomas. Con Álvaro hablan más en español y conmigo más en italiano.
—¿Son muy distintos?
—Los dos son muy sociables y les encanta estar con gente. Ahora empiezan a aprender juegos, a ver cuentos y les encanta todo lo que sea moverse. Tienen su portería y han empezado a montar en bici. Leo ama el fútbol y es muy deportista y Ale es más de mirar libros y juegos donde hay que pensar y aprender. Leo es igual que Álvaro, siempre con una sonrisa, muy activo y dulce, mientras que Ale es igual que yo, más orgulloso, con un carácter muy muy fuerte, pero a la vez muy cariñoso y atento a todo.
‘Cuando conocí a Álvaro, me impresionó, porque me di cuenta desde el principio de que iba muy en serio. Dos semanas después de la primera cita, hizo un viaje de ocho horas en coche para conocer a mi familia’
—Entonces, tienen madera de futbolistas, como su padre.
—¡Les encanta y se les da muy bien! A Leo, hasta ahora, le gusta mucho más.
—En Madrid, habían empezado a ir a la guardería, ¿en Turín van también?
—Todavía no, porque han pasado por muchos cambios ya y no quiero que sea demasiado. Poco a poco. Los llevo cada día a jugar fuera para que se relacionen con niños.
—¿En qué te ha cambiado la maternidad?
—Ha cambiado parte de mi estilo de vida y, como persona, me ha aportado mucho. Se multiplican las perspectivas de futuro, te vuelves más responsable, tienes nuevas prioridades e intereses y también te diviertes mucho, de otra manera, con los niños. Aunque hay partes que no se cuentan mucho, como el posparto, donde estás muy sensible y con muchas inseguridades, pero es normal, es un proceso hasta que te adaptas a todos los cambios.
—¿Cómo es Álvaro como padre?
—Es un padre fantástico. Está totalmente implicado en el día a día, y le encanta pasar tiempo con los niños, enseñarles cosas, juegan juntos… Para mí es el padre ideal que siempre había soñado para mis hijos.
—¿Esta es la familia con la que habíais soñado?
—Sin duda. Soy muy afortunada.
—Vuestra relación comenzó con un mensaje de Instagram. Si te dicen por entonces que acabarías así, ¿te sorprendería o supiste desde el primer momento que era el hombre de tu vida?
—Él había visto una foto mía y preguntó a mucha gente si me conocían, para presentarnos, pero no teníamos a nadie en común. Entonces, se decidió y me escribió. Yo le contesté después de mucho tiempo y, al final, quedamos. Cuando le conocí, me impresionó, porque me di cuenta, desde el principio, de que iba muy en serio. Por ejemplo, dos semanas después de nuestra primera cita, hizo ocho horas de coche para conocer a mi familia y volvió muy tarde a Turín, cuando al día siguiente entrenaba pronto. Eso y mil gestos más. Sus amigos y su familia no le habían visto nunca así y él no paraba de decirme que quería casarse conmigo y, al final, me lo pidió ocho meses después de que empezáramos a salir. Ahora, llevamos casi cinco años y tres hijos. Creo que, cuando te enamoras de verdad, es así, cambias tus prioridades y solo deseas formar algo con la persona que quieres y estar con ella. Para mí, ha sido lo mismo, cambié mucho por él y hemos crecido mucho juntos.
‘No paraba de decirme que quería casarse conmigo y me lo pidió ocho meses después de conocernos. Ahora llevamos casi cinco años juntos y tenemos tres hijos’
—¿Qué es lo que te enamora de él?
—Que vive por y para mí. Veo que su felicidad depende de la mía y que siempre está, nunca me suelta la mano cuando tengo periodos malos y me pone como prioridad siempre. El saber que nunca me haría daño, la complicidad de saber todo el uno del otro y contarnos todo, como mejores amigos. Luego, obviamente, lo divertido que es y que siempre nos reímos mucho juntos. Esto no quiere decir que no discutamos o que no tenemos periodos peores, pero el amor siempre es igual.
—¿Habéis atravesado momentos difíciles?
—No creo que las cosas siempre sean fáciles. La vida tiene sus momentos y, en los difíciles, aprendes a valorar más los buenos. Lo importante es saber estar unidos y tener calma cuando son momentos difíciles y eso hace que vayas aprendiendo y evolucionando, creando más unidad y complicidad en la pareja. Nadie es feliz cada día y todo el mundo tiene sus problemas. Pero, cuando hay amor de verdad, todo se supera y hay ganas de arreglarlo y seguir mejor.
—Viviste el embarazo en pleno confinamiento y, ahora, al llegar a Italia, también tenéis restricciones, ¿cómo estás viviendo esta crisis sanitaria? ¿Has tenido miedo?
—Teniendo cuidado y tratando de hacer lo mejor para el bien común. Es una situación en la que lo que aporte cada uno de nosotros es importante para todos. Más que miedo, he sentido tristeza. Ves situaciones muy duras y es algo que nunca habíamos imaginado. Yo he pasado mucho tiempo en casa y, cuando salimos, siempre cumplimos las normas.
—¿Habéis vivido algún caso en la familia?
—Por suerte, no.
‘Confío en que cuando pase esta situación podamos ir a menudo a España. Tenemos allí familia y también habíamos empezado a hacernos una casa’
—Lleváis muy poco tiempo todavía en Turín, pero ¿echas de menos algo de España?—España me encanta. Sobre todo, voy a echar mucho de menos a la gente cercana,
aunque confío en que cuando pase esta situación podamos ir a menudo. Tenemos allí familia y también estamos haciendo una casa que teníamos en marcha antes de venir a vivir a Italia. ¡Espero poder ir tanto que no nos dé tiempo de echarlo de menos!
—¿Tienes proyectos profesionales a la vista o te tomarás un tiempo de descanso?
—No he parado de trabajar estando embarazada. Sigo muy volcada en mi empresa de cosmética, Masqmai, y hace unos meses hemos lanzado nuevos productos. Me gusta probar todo, ver cada detalle y hacer el seguimiento. Me motiva más trabajar y estar activa, por ahora no siento que necesite descanso, me siento llena de energía.