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Hoy es un día especial para Ana Rosa Quintana. La presentadora, periodista y empresaria cumple 65 años y lo hace un día después de celebrar sus 16 años en antena. La madrileña celebrará su cumpleaños con su marido y sus hijos con una cena tranquila y en familia, tal y como ha revelado a sus compañeros de programa, pero antes de eso, se ha puesto al frente de su programa, el magacín más longevo de la televisión, para seguir informando de la situación de caos causada por los estragos de la borrasca Filomena. Ana Rosa no ha dudado una vez más en aplaudir la labor de todos los que han estado al pie del cañón durante estos días, entre ellos su sobrina que es enfermera y por tanto, indispensable en la batalla contra el Covid.
© MediasetLa presentadora ha querido dedicarle unas preciosas palabras. "Tengo una sobrina que es enfermera y esas criaturas yendo a las 4 de la mañana andando el sábado a través de la nieve para poder llegar y-luego dos días en el hospital....", confesó emocionada y preocupada por el volumen de trabajo al que ha tenido que hacer frente durante los últimos días, al tener que doblar turnos, ya que algunos de sus compañeros no pudieron llegar al hospital.
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Ana Rosa ha querido también mandar un mensaje de agradecimiento a todos los profesionales que han trabajado sin descanso para restablecer el orden. "Una vez más tenemos a la Unidad Militar de Emergencias (UME) que se ha convertido en indispensable rescatando gente, limpiando accesos a los hospitales o habilitando el aeropuerto de Barajas, de nuevo han hecho un trabajo excelente", ha señalado mientras el programa se ponía en contacto con un voluntario que se ofreció para llevar en su 4x4 a sanitarios, pacientes y demás personas que tenían que acudir a su puesto de trabajo y con su ayuda pudieran llegar sin tener que dar largas caminatas en medio del temporal.
© MediasetSu compañero Joaquín Prat también fue otro de las personas voluntarias que nada más desatarse la borrasca se ofreció a llevar a algunos de sus compañeros de Mediaset a su casa cuando comenzó la gran nevada que colapsó la ciudad, algo que no pudieron hacer todos los que se encontraban trabajando y que tuvieron que quedarse en un hotel cercano a las instalaciones de Telecinco por no poder llegar a casa.
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