Apenas sale de su finca Cantora, pero no por eso Isabel Pantoja ha dejado de recibir visitas. La última tenía lugar este mismo fin de semana y la protagonizaba su sobrina Anabel, colaboradora de Sálvame. Como era de esperar, con el inicio de la semana llegaban también las preguntas de sus compañeros de programa, que se interesaban por el esperado encuentro entre la joven y su tía, la cantante. Sin querer entrar de lleno en la polémica que salpica a la tonadillera con sus dos hijos, Kiko Rivera e Isabel Pantoja, Anabel sí que ha desgranado algunos detalles de la reunión.
"Estaba preocupada, pero estoy tranquila porque he visto que la cosa, dentro de lo malo, estaba mejor", comenzaba diciendo a través de una videollamada. "Mi visita creo que le hizo feliz, quiero creerlo", comentaba antes de reconocer que apenas quiso sacarle el tema de sus hijos "porque la veía un poco desconectada y yo quería que estuviera bien. Estuve contándole mis proyectos", proseguía durante su conversación con el presentador, Jorge Javier Vázquez.
Anabel Pantoja no quiso extenderse en la conversación de índole privada que mantuvo con su tía pero sí desveló que habían estado juntas viendo una serie de Netflix, con la que "lloramos las dos". "Ella no ve televisión. No quiere tener teléfono ni información de nada ni hablar con nadie", explicó en este sentido. Eso sí, la colaboradora de Sálvame parece haber cambiado ligeramente de opinión en lo que se refiere a una posible reconciliación de Isabel con sus dos hijos. "Creo que hay que esperar un poco. Yo tengo esperanza", concluyó.
La visita de Anabel Pantoja a Cantora se produce tan solo unos días después de que Isa Pantoja se acercara hasta la finca con el mismo propósito: ver a la artista y poder hablar con ella. Sin embargo, en su caso, el encuentro fue muy distinto, tanto por tener que saltar la valla, que encontró cerrada, como por el momento en el que ambas se vieron. La hermana del DJ reconoció en su momento haber salido de allí muy afectada porque fue muy "duro". "Me fui con una sensación de impotencia. No me quiero meter en lo de mi hermano, pero sí que es verdad que me dieron ganas de sacarla y sentarla para decirle que hay cosas que a lo mejor ni siquiera ella sabe", espetó de forma rotunda.