El año ha comenzado con cambios importantes para Iñaki Urdangarin que ha visto como Insitituciones Penitenciarias acordaba flexibilizar su régimen penitenciario. No se trata del tercer grado al que aspiraba, pero sí se acerca a la semilibertad al abandonar la cárcel de Brieva (Ávila), en la que ingresó en junio de 2018, para pernoctar en el Centro de Inserción Social Melchor Rodríguez García, en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Además, dispondrá de un fin de semana libre al mes, con la condición de que asista a un programa para delitos económicos, y podrá acudir diariamente a trabajar al Hogar Don Orione, donde actualmente realiza labores de voluntariado dos veces por semana. La rutina del marido de la infanta Cristiana dará un vuelco con su traslado, pero ¿cómo es el centro en el que está a punto de ingresar?
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Iñaki Urdangarin retoma la rutina tras pasar la Navidad en familia
Un centro de inserción social es un establecimiento penitenciario que acoge a presos en régimen abierto o realiza el seguimiento de penas que no impliquen una privación de la libertad o consistan en servicios a la comunidad. Su objetivo es que las personas internas desarrollen sus capacidades mediante programas y actividades que promuevan su reincorporación a la sociedad. Para ello, según explica la web de Instituciones Penitenciarias, tratan de compensar los efectos nocivos que puede provocar la vida en prisión, para fomentar los vinculos sociales. Por eso, Iñaki tendrá que asistir a determinadas actividades pensadas para aquellos que cumplan condena por delitos económicos si quiere disfrutar de ciertas ventajas.
El centro en el que dormirá tras hacerse efectivo el nuevo régimen se encuentra a 35 kilómetros de Madrid y a 5 de Alcalá de Henares. Fue construido en 2009 y recibe su nombre por el anarquista Melchor Rodríguez García, también llamado el 'ángel rojo', que fue director de prisiones a principios de la Guerra Civil y evitó numerosos fusilamientos de presos en las cárceles madrileñas durante la contienda. Su reciente construcción hace que sean unas instalaciones modernas con una arquitectura sostenible que alberga 210 habitaciones dobles con literas. Además, dispone de talleres, aulas, biblioteca, gimnasio y una pista deportiva. Estas dos últimas facilidades probablemente serán muy apreciadas por Urdangarin, que fue jugador profesional de balomano, y ya solía hacer deporte en la cárcel de Brieva, donde le proporcionaron una bicicleta estática adecuada a su gran altura para que pudiera hacer ejercicio en su celda.
Este centro de inserción social está formado por cinco edificios, especialmente luminosos por su orientación para intentar contrarrestar con el aspecto lúgubre que tradicionalmente suelen tener las prisiones. Además, los módulos destinados al alojamiento lucen colores claro, precisamente para crear un ambiente más acogedor, tal y como explicó en su inauguración el por entonces presidente de la Socidad Estatal de Equipamiento e Infraestructuras Penitencias, Ángel Martínez Sanjuan. Todo ello, sin detrimento de las medidas de seguridad, tanto en control de incendios, como en los accesos.
Iñaki Urdangarin, que fue condenado a 5 años y 10 meses de prisión por delito continuado de prevaricación, fraude a la Administración Pública, tráfico de influencias y dos delitos contra la Hacienda Pública en el marco del caso Noos, será trasladado próximamente después de disfrutar de un permiso de unos días para pasar la Navidad en familia. El 25 de diciembre, tal y como se pudo ver en las imágenes que ofrecimos en primicia a nuestros lectores, llegó a Vitoria, su ciudad natal, conduciendo una furgoneta de color negro Mercedes-Benz, mientras sus hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Irene y Miguel, ocupaban los asientos del copiloto y las filas traseras. Era su primer permiso desde febrero, después de un año marcado por la pandemia.