El último día de 2020 fue para José Ortega Cano y Ana María Aldón muy diferente a cómo lo habían planeado ya que el mismo 31 de diciembre conocieron que eran positivos en coronavirus. En medio de la cuarentena, el matrimonio ha reaparecido para contar cómo están evolucionando y cómo viven el confinamiento domiciliario que pasan en su ático de Cádiz. Sonriente y animado, el diestro ha reconocido en Viva la vida que días atrás tuvo "bastantes molestias, dormía mal y estaba preocupado por la tos y la dificultad para expulsar las flemas", pero afortunadamente la evolución ha sido positiva. También su mujer ha contado que ya se encuentra bien, aunque en su caso la sintomatología fue escasa, no muy fuerte y duró pocos días.
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En una videollamada con los compañeros de programa de Aldón, el matrimonio ha explicado que el lunes se someterá a una nueva PCR para ver si dan negativo y pueden recuperar de esta manera el pulso de su vida, una normalidad que añoran. "Tengo ganas de salir, de ver a gente, de reactivar nuestras actividades... Esto es muy duro" ha reconocido la diseñadora, contando que tienen un médico pendiente de ellos al otro lado del teléfono para cuando lo necesiten. La parte positiva de este confinamiento es que pueden disfrutar las 24 horas del día de su hijo José María, quien dio igualmente positivo. Sin embargo, el niño de siete años (cumplirá 8 en febrero) no ha tenido ninguna molestia y ha estado como siempre, estudiando, jugando y muy contento. Junto a la familia se encuentra Marina, una persona que trabaja con ellos y que también se ha contagiado.
Desde que conocimos el positivo en coronavirus de la familia (Gloria Camila incluida) se ha especulado con que esta situación se ha producido por no cumplir las normas pautadas por las autoridades. Unas informaciones que la pareja ha desmentido con rotundidad. En este sentido, Ana María ha contado que en todo momento han estado los mismos de siempre y que tan solo recibieron en Nochebuena la visita de la hija del diestro y el novio de esta. Ha relatado, además, que el 27 de diciembre ella fue a trabajar, se hizo la prueba que les exige Mediaset para poder entrar a las instalaciones y dio negativo. No fue hasta el 31 de diciembre cuando supieron que se habían contagiado. De hecho, ella al principio tenía una carga viral baja y no dio positivo hasta la segunda prueba a pesar de tener síntomas como falta de gusto, pérdida de olfato y dolores de cabeza.
Una gran ilusión laboral
La finalista de la última edición de Supervivientes espera ser dada de alta y reencontrarse a la mayor brevedad posible con sus compañeros. Dice estar muy satisfecha de la experiencia que está teniendo como colaboradora televisiva y de la buena acogida que le han dado tanto Emma García como el resto de compañeros, aunque lo cierto es que le costó varios meses decidirse a dar el paso puesto que su experiencia ante las cámaras se limitaba al citado reality. Por su parte, Ortega Cano ha contado que ve contenta a su mujer en su nuevo trabajo, en el que considera que "lo está haciendo muy bien". Con estas palabras deja claro el diestro que en ningún momento la exposición mediática de su mujer ha sido motivo de discusión o malestar entre ellos.
La emoción de Ortega Cano al recibir el regalo de cumpleaños de su hijo: una canción al piano