Aless Lequio ha dejado un recuerdo imborrable, no solo en quienes le conocieron y le quisieron, sino en aquellos que en alguna ocasión escucharon sus reflexiones. La auténtica y valiente lección de vida que dio sigue muy presente en la memoria colectiva, que lloró con inconsolable tristeza su muerte el pasado mes de mayo. Aless falleció después de dos años de un diagnóstico que no borró su sonrisa ni acabó con su espíritu; una enfermedad que se lo llevó a los 27 años, pero que no consiguió que su actitud cayera en el desánimo. España entera quedó conmocionada por la muerte de este carismático emprendedor cuya vida fue sinónimo de fuerza y carácter.
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El 13 de mayo Aless falleció en Barcelona, donde llevaba ingresado poco más de un mes recibiendo un nuevo tratamiento. Junto a él estaban sus padres, Ana Obregón y Alessandro Lequio, y su novia Carolina, que no se separaron de su lado. Fue un durísimo golpe para la familia, que nunca perdió el optimismo, una actitud que Aless convirtió en la mejor arma para enfrentar la enfermedad. “No hay que dramatizar” fueron las primeras palabras que dijo en la entrevista que concedió a ¡HOLA! en diciembre de 2018, nueve meses después de comenzar su tratamiento contra el cáncer -lo inició en Nueva York, siguió en Nueva Jersey y después, en Madrid-.
El optimismo por bandera
“Yo, como me río de todo, pues también me río de esto. A mí, mirarme al espejo y parecer un reptil me hace gracia, si te digo la verdad” (había perdido entonces, a causa de la quimioterapia, sus característicos rizos rubios y unos quince kilos de peso). Así era él, siempre encontrando un motivo para bromear. Ese buen humor nunca dejó de ser una constante a pesar de que era muy consciente de las circunstancias en las que se encontraba. “Entiendo la gravedad de la situación, pero ni yo ni mis padres hemos perdido el sentido del humor. Somos una familia que nos reímos de todo, y así vamos a continuar”. En aquella sesión junto a sus padres, sus mejores amigos, compañeros del magnífico viaje que fue su vida, aseguraba: “Salgo guay cuando sonrío”.
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No dejó de hacerlo nunca y es una de las cosas que marcó su personalidad. Ese gesto, ese buen talante con el que encaró todos los retos que se le pusieron por delante (que no fueron pocos), forma parte de un legado personal que sigue muy vivo. "Yo creo que no hay hecho sobre la faz de la tierra, aunque sea una guerra nuclear, que pueda unirnos más” reconocía en ¡HOLA! durante su último posado con sus padres. No se puede imaginar el dolor de Ana Obregón y Alessandro Lequio, aunque sus palabras dan una idea del sufrimiento que supone aprender a seguir adelante sin un hijo. “Me toca decir adiós al primer verano sin ti, el más triste de mi vida y aprender a respirar de nuevo, aprender a vivir con este dolor sabiendo que 'las huellas de las almas que caminaron juntas jamás se borraran’” escribía Ana junto a una de esas decenas de imágenes de la vida de Aless que ha compartido.
Seguir adelante
La artista ha pasado unos meses muy duros, pero las enseñanzas de Aless la han ayudado a seguir adelante, decidida a mantener para siempre su legado inspirador. “Él estaba ilusionadísimo con crear una fundación para la investigación contra el cáncer. Lo hablábamos en el hospital, al final. Él me decía: ‘Quiero que todo lo que tengo, todo lo que he ganado, vaya a la fundación’. Así que voy a hacer una fundación, ya la estoy creando, y eso es lo que me ha dado las fuerzas para seguir viviendo” explicaba Ana, abriendo su corazón en la revista ¡HOLA!. La artista será la encargada de retransmitir las campanadas de Fin de Año en TVE, una ocasión que asume con toda la fuerza e ilusión con la que da un nuevo paso.
“Estoy encantada de volver a la vida. Es como si hubiese estado viajando muchos años por la luna y de repente aterrizas en un mundo que no es el mismo pero es vida", señalaba. “Es el primer día que me despierto y no lloro, aunque las lágrimas son sanadoras. Esta mañana Aless me ha dado una fuerza brutal para volver a la vida, ha vuelto gracias a él". Además, dijo que de aquí a un tiempo se ve viviendo una nueva etapa. "Ya nunca seré la misma, pero tengo muchas cosas todavía por dar. Como madre se las puedo dar desde aquí, como madre, como hermana, como amiga, profesionalmente también...", aseguró. El recuerdo de Aless la acompañará siempre en su camino.
Haz click para ver el documental de Ana Obregón, su capítulo monográfico de la serie Stars. Puedes ver más en la nueva plataforma de vídeo ¡HOLA! PLAY, donde encontrarás programas de cocina, moda, decoración y documentales biográficos de ‘royals’ y ‘celebrities’. ¡No te lo pierdas!