La vida de Paz Padilla se basa en dar y recibir amor. Por eso la presentadora se sintió tan arropada por los suyos cuando este verano perdió a su marido y amor adolescente, Antonio Juan Vidal, a consecuencia de un tumor cerebral. Su hija, Anna Ferrer, la acompañó en todo momento durante el funeral en Zahara de los Atunes, donde la pareja se había casado hacía cuatro años. Paz fue desde el primer momento un ejemplo de entereza ante la pérdida: apenas unos meses antes se había tenido que despedir de su madre Lola, a la que estaba muy unida. La actriz se apoyó en sus amigos, familia y en el trabajo, meditando de vez en cuando para superar este duro golpe. "Yo estoy tranquila, tengo paz interior y soy feliz", reconoció en octubre. "Y lo que me queda de vida la voy a seguir viviendo".
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