Dentro de poco más de un mes, Donald y Melania Trump tendrán que hacer las maletas y abandonar la que ha sido su casa durante los últimos cuatro años. El hasta ahora presidente de Estados Unidos dará el testigo al electo Joe Biden, que junto a su familia se instalará en la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Pero hasta entonces, los Trump tienen la oportunidad de disfrutar de las que serán sus últimas navidades en la residencia oficial y, si nos atenemos a lo que ha sucedido en las fiestas anteriores, estas prometen ser también espectaculares e inolvidables.
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Navidad 2020
Por lo pronto, y a juzgar por las imágenes que nos han mostrado hasta el momento, la decoración vuelve a ser, este año, el plato fuerte de la Casa Blanca. Impresionante, alucinante... cualquier adjetivo se queda corto cuando hablamos del toque personal que ha dado Melania Trump a su hogar no solo este 2020 tan atípico, sino en fechas pasadas. Este año, eso sí, la mujer del mandatario ha querido rendir un homenaje a la 'majestuosidad' de Estados Unidos. Por eso, América la Bella es el lema de estas navidades, que incluye guiños patrióticos, que Melania -dejando aparcado el color blanco de sus estilismos navideños- ha querido enseñarles a los más pequeños.
Navidad 2019
Si retrocedemos 365 días atrás, podemos recordar el cuento de Navidad que recreó la mujer del mandatario estadounidense en 2019. La temática en aquella ocasión fue El espíritu de América, y de este modo muchos de los elementos decorativos contaban con la forma y los colores de la bandera estadounidense. En cuanto a las luces, que también encontraron su protagonismo en la puesta en escena final que preparó Melania, en la que nuevamente hizo honor al nombre de la residencia optando por el color blanco como la nota predominante de la decoración de ese año.
Decenas de árboles y cientos de flores poblaron algunas de las estancias de su hogar al tiempo que ella se mimetizaba con el ambiente: abrigo blanco, vestido de punto con cuello alto blanco y zapatos de salón a juego. No cabe duda de que ese tono es uno de sus fetiches para estas fechas tan señaladas.
Navidad 2018
El año anterior Melania Trump ya nos había mostrado ese look durante la tradicional ceremonia del encendido navideño, en el que el presidente de Estados Unidos se encarga de iluminar el National Christmas Tree. Pero lo que se esperaba con más fervor era la decoración de la residencia presidencial. Esta vez el epígrafe elegido era Tesoros estadounidenses y bajo este paraguas la mujer de Donald Trump trató de rendir un tributo al patrimonio del país americano. Los colores nacionales (rojo, azul y blanco) se fundieron con los skylines más representativos de algunas ciudades y con un pequeño guiño al mundo del fútbol, una de las pasiones del presidente.
Nuevamente, los numerosos árboles -rojos, no blancos- inundaron una de las galerías de la Casa Blanca y, a diferencia del resto de navidades, Melania rompió con la tradición al lucir un estilismo de color negro y no blanco. La mujer del mandatario también quiso promover, con los adornos, la plataforma Be Best contra el acoso que abandera la primera dama. Como curiosidad, un dato: el árbol principal alcanzaba los seis metros de altura.
Navidad 2017
¿Cómo fue la primera Navidad de los Trump en la Casa Blanca? Pues no pasó desapercibida, todo lo contrario. La elección de Melania Trump para su debut festivo como primera dama desató todo tipo de comentarios. Tras el encendido navideño y el posterior concierto, llegó el momento de mostrar la llamativa decoración. Vestida como una auténtica reina de las nieves -de blanco, como no podía ser de otro modo-, recorría los abetos nevados instalados para la ocasión y que aparecían con nieve simulada y adornos en miniatura de cascanueces de cristal. En total, 53 árboles repartidos por toda la vivienda.
En su primer año en la residencia, quiso rendir un homenaje al Cascanueces, tal y como hizo Jacqueline Kennedy en el año 1961. No faltó una bailarina de ballet que recreó la obra. En las escaleras colgaban guirnaldas con lazos rojos y más de 5.600 metros de luces y más de 3.400 metros de cinta terminaron de poner el broche de oro a una decoración que requirió unas 1.600 horas de trabajo.