Kiko Rivera e Irene Rosales están viviendo una época muy complicada. El 2020 está siendo especialmente duro para ellos, pero su mala racha comenzó meses antes de este fatídico año, cuando diagnosticaron una grave enfermedad a Mayte Vázquez, la madre de la colaboradora. La ausencia de la sevillana en las celebraciones navideñas de Cantora fue muy comentada, sin embargo, Irene tenía un motivo de peso para no pasar estas fechas en casa de su suegra, Isabel Pantoja. "Mi madre está pasando por un problema de salud", confesó entre lágrimas en Viva la vida, y recordó que su padre llevaba años enfermo y que la situación en su casa era "muy dura".
La sevillana se mostraba preocupada, pero afrontaba con esperanza la enfermedad de su madre. Sin embargo, el 6 de febrero Mayte fallecía dejando a Irene rota de dolor. "Estoy destrozada, ella era mis manos, mis piernas, mi todo... Y en dos meses y poco se ha ido. Se fue conmigo a solas, en casa, y eso por un lado me tranquiliza, pero también me rompe", reconoció.
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La colaboradora se centró entonces en el cuidado de su padre, Manuel Rosales. "Se viene a vivir a casa con nosotros. Como sabéis lleva muchos años enfermo y, tras la falta de mi madre, pues creemos que es lo mejor. Durante la cuarentena he ido cada día a casa de mis padres para estar con él. Ahora hemos tomado la decisión. Va a ser más fácil cuidarle así”, reveló a principios de junio. Irene sabía que la salud de su padre era muy delicada, pero no estaba preparada para despedirse de él.
En tal solo nueve meses la sevillana ha perdido a dos de las personas más importantes de su vida y Kiko también está muy afectado por la muerte de sus suegros, ya que estaba muy unido a ellos. "El dolor que siente por la muerte de mi madre es como si fuese el de un hijo", aseguró Irene, y este jueves le hemos visto totalmente abatido en el velatorio de Manuel Rosales.
El conflicto de Kiko Rivera con su madre
El DJ aseguró recientemente en Sábado Deluxe que estaba atravesando una mala racha. "Estoy triste, estoy decaído, no estoy feliz con mis metas... Estoy en el subsuelo... No tengo ganas ni de vestirme. No tengo ganas ni de raparme la cabeza. No tengo ganas ni de perfilarme la barba. No me quiero", dijo. Kiko recibió la llamada de su madre en directo para intentar animarle, pero las palabras de Isabel provocaron un tsunami en el sevillano y a partir de ahí comenzó una guerra que parece no tener fin.
Después de acceder a cierta información sobre la herencia de Paquirri, Kiko considera que la cantante le ha engañado durante 36 años. "Para mi madre el dinero está antes que sus hijos", exclamó rotundo mientras continúa investigando este tema. El DJ ha manifestado que el conflicto podría solucionarse si la artista levantara el teléfono para hablar con él. "Soy una persona comprensiva que lo entiendo todo, no soy ambicioso ni egoísta, incluso puedo llegar a perdonar, lo que no voy a hacer es olvidar", insistió antes de aclarar que Irene está por encima de todo. "Eres mi madre y me has dado la vida, pero ella, mi mujer, me la ha salvado y es la que convive conmigo día a día, y la que aguanta mis malos humores, en los buenos momentos, la madre de mis hijas, ahí muero yo. Y la toque quien la toque sea quien sea, pego bocaos".
El papel de Isabel Pantoja como abuela, más necesario que nunca
A pesar de todo, Kiko e Irene desean que Isabel Pantoja siga cumpliendo con su papel de abuela. "Mis hijos no se merecen quedarse sin abuela. No tengo ningún problema en que vayan a visitarla. De hecho, cuando me preguntan por ella y la ven les digo 'mira la abuela qué guapa'. Tiene tres nietos que se van a hacer mayores y se está perdiendo todo". Una postura que apoya por completo Ia sevillana, quien comentaba hace una semana que su suegra puede ver a las niñas cuando quiera y llevárselas a su casa, puesto que es la única abuela que tienen y no quiere quitarles ese cariño.