Esther Doña vive un momento muy difícil. La viuda del recordado marqués de Griñón sufría otra trágica pérdida: la de su padre, José Doña, que fallecía a causa del coronavirus y lo hacía varios días después de su ingreso en la UCI de un hospital de Málaga. La muerte de su padre, a los 69 años, se producía tan solo ocho meses después de la de su marido, Carlos Falcó. Dos duros golpes, sin duda, en poco tiempo, que la han dejado desolada y así se mostraba Esther Doña en el último adiós a su progenitor.
La viuda del marqués de Griñón se dejaba ver abatida, muy afectada y con el rostro sumido en la tristeza. Vestida de riguroso negro en señal de luto y con la pertinente mascarilla -negra también-, Esther Doña se abrazaba a sus seres más queridos en el último adiós a su padre, a fin de sobrellevar con algo más de entereza este triste y rápido desenlace que le ha sumido en un profundo dolor. Precisamente es la misma familia -su madre y sus hermanos- que la arropó el pasado mes de marzo, cuando perdió a Carlos Falcó, que también murió tras permanecer ingresado en un hospital -de Madrid, en este caso-. Ahora le ha tocado a ella servirles de bastón.
Lo cierto es que Esther Doña se encontraba en Málaga, donde había viajado nada más conocer el delicado estado de salud de su padre, que permaneció varios días en la UCI antes de fallecer. El destino ha querido que la misma enfermedad que se llevó a su marido fuera la que también terminara con la vida de su progenitor. José Doña estaba casado con Marian Morales y de su unión nacieron cuatro hijos: Esther, Lorena, José y María.
Recordemos que la desaparición del querido marqués de Griñón, a los 83 años, se produjo dos años y medio después de su boda con Esther Doña. Poco después, también se apagaba la vida de Fernando Falcó, marques de Cubas y hermano de Carlos Falcó. Ahora, la malagueña ha tenido que decir adiós a otra de las personas más importantes de su vida. Un año, sin duda, muy duro para Esther Doña, tal y como se mostraba ella misma en su encuentro con su familia.