Desde que Kiko Rivera pusiera en cuestión el respeto a las últimas voluntades de Paquirri, hay un nombre que no ha dejado de sonar: el de Ramón Calderón. El abogado, que en 1987 fue nombrado Defensor Judicial para representar al hijo del diestro e Isabel Pantoja en el reparto de la herencia de su padre, ha explicado en la revista ¡HOLA! de esta semana que ninguno de los implicados hubiera "consentido que no se cumpliera la ley y la voluntad de Paco". Sin embargo, el DJ, en la entrevista que dio en Telecinco, llegó a calificar al letrado de "sinvergüenza", por lo que Calderón decidía intervenir en Sábado Deluxe, donde los colaboradores debatían sobre el asunto, para defender su honor y aclarar algunos de los puntos que expuso Kiko.
- Kiko Rivera asegura que le han robado
La primera cuestión que ha querido clarificar Calderón ha sido que su labor como representante del hijo menor de Paquirri -función que aceptó por la amistad que le unía al torero-, terminó en 1987, por lo que nada de lo sucedido a partir de entonces le atañe. "Lo hice desinteresadamente durante tres años, no fue fácil, (...) Isabel estuvo representada por el abogado José Luis Montero. Intervine para los derechos de un niño de dos años y mi labor terminó en septiembre de 1987. En nada de lo que ocurriera a partir de ahí podía yo intervenir", ha explicado tras asegurar que estaba escuchando cosas que "no responden a la realidad" y que "la libertad de expresión en ningún caso ampara la calumnia".
Según Calderón, una de las inexactitudes que se han dicho se refiere al reparto de la finca Cantora. "He escuchado decir con buena voluntad que le dejó Cantora. Su padre no dejó Cantora a nadie. Dejó la herencia a sus tres hijos. A la viuda un tercio en usufructo, y al padre y hermanos otra finca. Lo que hubo que hacer es inventario y reparto" ha afirmado. En relación a este refugio de la tonadillera, epicentro de las tensiones entre madre e hijo, el abogado también desmiente que Isabel haya podido pedir una hipoteca en el año 1986 puesto que el reparto no se hizo efectivo hasta un año más tarde y no era la propietaria. "Dijo que en el 86 firmó una hipoteca, si hubiera pedido la escritura hubiera visto que no podía…", ha aclarado sobre las afirmaciones de Kiko Rivera.
Otra de los puntos puestos sobre la mesa por el hijo de la tonadillera y que el abogado ha querido explicar es su papel en la sociedad Pantomar, la sociedad prestataria de otra hipoteca sobre Cantora solicitada en 2002, en la que Calderón aparece como secretario. "Se la constituimos en mi bufete para que pudiera facturar sus conciertos y beneficiarse de unas ventajas fiscales que la ley le otorga", ha afirmado asegurando que cuando ella dejó de actuar dejó de tener relación con esta empresa. "Hace treinta años que no sé nada de ella", ha insistido después de especificar que su único vínculo con Isabel era la amistad que le unía a Paquirri, por lo que tras su fallecimiento y una vez efectuado el reparto de la herencia en 1987, no ha vuelto a intervenir en ningún otro asunto de la artista o su hijo.
En las páginas del último número de la revista ¡HOLA! Ramón Calderón ya había asegurado que durante el tiempo en que se llevaron a cabo las operaciones particionales, el comportamiento de las que fueron sus esposas, Isabel Pantoja y Carmen Ordóñez, y del padre y hermanos del torero fue ejemplar y lamentaba que Kiko Rivera no se hubiera puesto en contacto con él para solventar sus dudas: "Hubiera sido muy sencillo que, para aclarar o disipar sus dudas, se hubiese puesto en contacto conmigo o con alguno de los que intervinieron en la partición de la herencia".
- En ¡HOLA!, Isabel Pantoja se defiende
En el programa especial Cantora, la herencia envenenada, Kiko se mostró profundamente dolido al considerar que su madre le había engañado durante 34 años. "Me han robado", aseveró. "Yo tengo el dolor de un hijo al que su madre le ha engañado (...). Esto una madre normal no se lo haría a su hijo. Si a eso se le llama querer, yo no quiero que me quiera", confesó antes de reconocer que no la va a poder perdonar: "No tiene solución, no tiene perdón de Dios".
Esto es lo que sabemos del testamento de Paquirri que Kiko Rivera quiere revisar