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Tan solo unas horas antes de desvelar el resultado de su investigación, Kiko Rivera daba algunas pinceladas de cuáles eran sus sentimientos desde que había descubierto nuevos datos acerca de la herencia de su padre, Paquirri, y de los movimientos realizados por su madre, Isabel Pantoja. "No estoy preparado para lo que me he encontrado", comenzaba diciendo, dejando claro que le ha costado asimilar y creerse lo que se plasma en los papeles que portaba consigo y que obtuvo hace solo tres días en Fuengirola.
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El legado de Paquirri reaviva un enfrentamiento familiar que dura ya tres décadas
"Yo ya tengo tal tristeza... que además es algo de lo que no se ha hablado nunca (...). Ahora tengo un dolor tan grande, un sentimiento tan doloroso... Evidentemente quiero que se solucione eso. Pero más me duele, no se olvide, que aunque esto no tenga perdón de Dios y aunque no se vaya a recuperar esa relación, es mi madre. Tengo ese dolor. Tengo que convivir con ello", proseguía antes de la emisión de Cantora, la herencia envenenada, el programa especial en el que el DJ iba a compartir sus impresiones.
Kiko Rivera, que lleva desde hace tres días prácticamente sin dormir, aparecía en Sálvame junto a David Valldeperas y Carlota Corredera con el semblante serio y triste. No es de extrañar, teniendo en cuenta que no sospechaba lo que iba a encontrarse mientras recababa documentos con sus abogados en los días previos. "Es lo peor que me he podido encontrar (...). Cuando la gente lo escuche, entenderá lo que yo digo: mala madre", concluía. "Mi madre cuando lo sepa -aunque ella ya lo sabe porque lo ha hecho- le dará vergüenza", proseguía antes de dejar claro que su intención no es llevar a Isabel Pantoja a los tribunales, sino que ella le llame y llegar a un acuerdo "por el bien de ella". "Es algo más allá de lo económico. No quiero desalojarla de la que en su día fue mi casa".
Isabel Pantoja y Kiko Rivera: cronología de la ruptura entre madre e hijo
Para Kiko Rivera "no hay marcha atrás. Ella me puede llamar y podemos hacer que esto pare públicamente". Sin embargo, eso no cambia que, en su opinión, "no ha tenido el valor, aun preguntándole yo, de contarme cómo se han hecho las cosas". El hijo de Isabel Pantoja dejaba claro que lo que iba a contar haría que su padre "se muriera otra vez si se enterara" de lo que él supo esta misma semana. Carlota Corredera y David Valldeperas le preguntaban que cuál había sido el momento exacto en el que se le había caído la venda de los ojos. "El 2 de agosto. Fue el día más feo de mi vida. Eso supera el momento de cuando mi madre entró donde entró".
- Las declaraciones de Kiko Rivera, el último golpe a Isabel Pantoja en una vida plagada de espinas
