Hace solo unos días, la juez que se ocupa del divorcio entre Josep María Mainat y Angela Dobrowolski dictaba, entre otras cosas, que el productor de televisión podía regresar cuando quisiera a su residencia del barrio de Horta de Barcelona. La comitiva judicial visitó la vivienda y cambió la cerradura de la puerta principal. Se sucedía, poco después, el desalojo de Angela, que abandonaba junto con algunos de sus enseres el domicilio que había compartido los últimos años con el componente de la Trinca.
Sale a la luz el contrato prematrimonial de Josep María Mainat y Angela Dobrowolski
Este martes, el fundador de Gestmusic denunciaba públicamente que se había encontrado un escenario desolador al volver al inmueble. Según sus palabras, la casa, la obra estaba "bien, pero lo que es el contenido de la casa ha sido totalmente saqueado. Han roto la caja fuerte con herramientas más o menos profesionales. Dentro había las joyas de la familia, que tenían un cierto valor material, pero sobre todo valor sentimental", se lamentaba e conversación con las cámaras de El programa de AR.
La inesperada reacción de Josep María Mainat a las últimas novedades del caso
Sin perder su sentido del humor, Mainat anunciaba que ya se ha puesto manos a la obra para reformar la vivienda, algo de lo que se ocupará personalmente la decoradora catalana Alicia Fernández. Con todo, esto no ha evitado que se sienta disgustado después de todo lo ocurrido, sobre todo al sentir que se ha producido una "violación" de su intimidad". Ahora toca "mirar lo que falta y lo que no falta. Pintaremos por dentro, por fuera, pondremos algunos muebles nuevos para que tenga un aspecto nuevo, limpio y agradable al entrar", reconocía antes de asegurar que estaba dispuesto a denunciar a las personas que estaban "en la casa".
Per, ¿qué ha pasado con sus pertenencias? Al parecer habrían sido puestas a la venta en una tienda de segunda mano de la Ciudad Condal, algo que llenaba de tristeza al productor, que atesoraba en esta residencia los recuerdos de gran parte de su vida. "Esta vivienda la compramos a medias Rosa María Sardá y yo. Nos remontamos a mucho tiempo. Aquí vivimos, ahí nació Pol, viví también muchos años solo, y después con Angela, y muchos años y bastante buenos. Y aquí han crecido también nuestros hijos", señalaba antes de dejar claro que su idea era instalarse aquí con ellos, después de que la jueza le concediera la custodia. "Teniendo una casa tan estupenda, ¿para qué me voy a ir a otro sitio?", era su conclusión.