El aparatoso accidente que sufrio el pasado mes de octubre Anabel Pantoja sigue pasándole factura y ha tenido que hacer una visita de urgencia al hospital el pasado domingo. Así lo ha compartido ella misma con sus seguidores, a los que ha contado que la escayola que le colocaron tras fracturarse el peroné comenzó a darle problemas, por lo que en mitad de la noche no dudó en acudir al médico para cambiarla tras descubrir una úlcera en su talón e hinchazón en los dedos del pie.
¿Te imaginas a Anabel Pantoja 'reptando' por las escaleras con la pierna escayolada?
Omar Sánchez, su pareja y mayor apoyo en estos momentos, fue el encargado de llevarla al hospital empujando su silla de ruedas ya que no podía desplazarse de otra manera. Tras su "parada en boxes", como ella misma ha descrito su paso por la clínica, ha querido tranquilizar a sus fans asegurando que todo estaba bajo control. "No ha pasado nada grave solo que las punzadas de la heridita de atrás y la presión no me dejaban mover los dedos del pie y estaban súper hinchados", ha explicado antes de asegurar que "ya va quedando menos" tras aplicarse las curas adecuadas.
A pesar del susto que se ha llevado, la sobrina de Isabel Pantoja no ha perdido el sentido del humor en ningún momento. Desde que tuvo el accidente mientras practicaba surf, deporte al que se ha aficionado gracias a su novio, no ha dejado de compartir con total naturalidad el duro proceso de recuperación al que se enfrenta, que se espera que dure alrededor de seis semanas. Tras la fractura, tuvo que someterse a una operación quirúrgica en la que le pusieron una placa y cinco tornillos, tal y como ella explicó. Afortunadamente, cuenta con el apoyo y el cariño de su familia y, en especial, de Omar, que la tiene a cuerpo de reina y le dedica todo tipo de mimos para animarla.
Mientras se recupera, Anabel continúa trabajando desde casa conectando con Sálvame a través de videollamadas. En estas intervenciones también se ha sincerado sobre cómo está llevando la creciente tensión entre su primo Kiko Rivera y su tía, Isabel, una situación muy difícil ante la que intenta mantenerse al margen y templar los ánimos. "No me he querido poner en contacto con ellos porque creo que mi tía está al margen y yo no quería que supiera nada de esto, al menos por mí. Con Kiko hablé hace dos días y le dije 'qué está pasando'", contó hace unos días muy afectada.