Las fricciones entre Isabel Pantoja y su hijo, Kiko Rivera, han puesto de manifiesto un tenso conflicto que deriva, inexorablemente, en la cuestión de la herencia de Paquirri. El reparto del legado del torero es una cuestión que siempre ha estado sobre la mesa y que ha venido marcando las relaciones entre las familias Pantoja y Rivera. Las fricciones entre la tonadillera y Francisco y Cayetano Rivera se remontan al año 1984, en el que falleció el diestro, y en el que comenzaron los desencuentros que se han alargado en el tiempo.
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Kiko Rivera, cada vez más tajante, acusa a su madre de haberle engañado toda la vida
Firma del reparto de bienes
Isabel Pantoja no estaba por la labor de distribuir los enseres que Paquirri había dejado a sus dos hijos mayores, Francisco y Cayetano, fruto de su extinto matrimonio con Carmen Ordóñez. Así que en un primer momento la cantante no firmó ante notario la aceptación del reparto. Tardó en hacerlo tres años, y justo cuando faltaban apenas cinco días para que terminara el plazo estipulado en el testamento del torero, en septiembre de 1987, se rubricó oficialmente el cuaderno particional. En él se dejaba claro que los herederos de Paquirri -sus tres hijos, su viuda, su padre, sus tres hermanos y su exmujer- recibirían su parte correspondiente. En total, la cantidad a distribuir ascendía entre todos los bienes a casi 350 millones de las antiguas pesetas, aunque existía una deuda de 170. Seis fincas, una casa, joyas, tres ganaderías, trajes, enseres, una divisa y hierro de ganadería eran algunos de ellos.
Reparto sobre el papel que no llegó a sus destinatarios
Pasaron los meses y las pertenencias de índole básicamente sentimental que se encontraban en la finca Cantora no terminaban de distribuirse entre Francisco y Cayetano Rivera. Cabe recordar que la propiedad fue a parar a manos de Isabel Pantoja, aunque ella se había comprometido a entregar los bienes correspondientes a los hijos de su marido, entre ellos algunos vestidos, trajes, capotes, aperos, camisas, una capilla, medallas, muletas, una cabeza de toro, etc. Pero no lo hizo.
La demanda de Carmen Ordoñez
Francisco y Cayetano Rivera concedieron tiempo a Isabel Pantoja para que, tras reponerse de la muerte de su marido, procediera a entregarles todos aquellos objetos. Pero pese a las insistentes peticiones, la respuesta era negativa. Por ello, Carmen Ordóñez no quiso esperar más y en abril de 1990, seis años después del fallecimiento del torero, demandó a la tonadillera en nombre de sus hijos. Tras una instrucción de dos años -el requerimiento fue admitido a trámite-, la sentencia dio la razón a Ordóñez. Eso sí, el juez consideró que esta no era la persona indicada para representar judicialmente a sus hijos. El fallo también dejaba claro que ni Francisco ni Cayetano Rivera debían nada a Isabel Pantoja, que les reclamaba a su vez una cantidad de dinero. La cantante tenía, asimismo, que acarrear con las costas del proceso.
Francisco Rivera también demanda
Dada la imposibilidad de representar a sus hijos, Carmen Ordóñez se retiró. Su hijo mayor tomó las riendas y, una vez que alcanzó la mayoría de edad, interpuso una demanda contra Isabel Pantoja, a la que se sumó Antonio Ordóñez, su abuelo materno, en calidad de representante del entonces pequeño Cayetano. Habían pasado ya ocho años desde el fallecimiento de Paquirri y su herencia seguía copando titulares y sin solventarse del todo. Tres años después, el juez volvió a dar la razón a los Rivera y condenó a la tonadillera a pagar las costas del juicio.
El robo de Cantora
Fue entonces cuando Isabel Pantoja aseguró que habían robado en Cantora y que, entre otras cosas, creía desaparecidos los objetos reclamados por los hijos de su marido. Los abogados de Francisco y Cayetano Rivera se personaron en la finca para esclarecer si se trataba de aquellos bienes reclamados, pero constataron que, salvo dos o tres, el resto permanecían intactos. En el atestado de la Guardia Civil se nombró a la cantante depositaria de esos objetos para su guardia y custodia, aunque no su dueña.
Acercamiento con Kiko Rivera
En aquella época, Francisco y Cayetano Rivera se acercaron más a Kiko Rivera y paralizaron el proceso para no enturbiar la relación. El día de su boda con Eugenia Martínez de Irujo, Francisco Rivera recibió, de manos del DJ, uno de esos objetos a modo de presente nupcial, aunque en realidad se trataba de algo que le pertenecía como parte de la herencia. Con todo, a día de hoy ninguno de los dos hijos mayores de Paquirri ha recibido la totalidad del patrimonio que le corresponde. Han pasado 36 años y un largo enfrentamiento con la familia Pantoja que continúa en la actualidad.
Esto es lo que sabemos del testamento de Paquirri que Kiko Rivera quiere revisar