Un día después de que se publicara la dura entrevista de Mila Ximénez con Kiko Rivera, la colaboradora ha compartido algunos de los detalles sobre cómo vivió este momento de sinceridad con el hijo de Isabel Pantoja. Ha explicado los porqués de las explosivas declaraciones que había dado en los últimos días en televisión, como que el DJ "ha tenido ausencias" o que echa de menos la presencia de su madre. Según ha explicado, habló con ambos por teléfono antes de que se produjera la última exclusiva, y al conocer que su madre estaba pasándolo mal y dispuesta a hacer las paces, el marido de Irene Rosales toma la decisión de hacer las paces con la tonadillera. Sin embargo, horas más tarde el autor de Quítate el top cambia de opinión de manera radical por una acción de los abogados de la artista.
Unos días antes de la entrevista, Mila Ximénez llamaba a Isabel Pantoja para preguntarle cómo estaba y la tonadillera se mostraba muy afectada, "echa polvo", y se "encontraba muy mal", pero tenía la intención de ponerse en contacto con su hijo para intentar arreglar las cosas. Entonces, la colaboradora consigue hablar con Kiko Rivera y le comunica este interés por parte de su madre de evitar más problemas, pidiéndole que la llame. Aunque el marido de Irene Rosales se mostraba inicialmente reticente, pensando que todo podría volver a torcerse en el futuro, le pide a su representante que no cierre ninguna entrevista.
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Sin embargo, horas después, los abogados de la cantante llaman a Kiko Rivera para exigirle que el coche que tenía, a nombre de Isabel Pantoja pero cuyas cuotas pagaba él, fuera devuelto a la tonadillera. Este vehículo se adquirió el pasado año, con un dinero que el sevillano le daba a su madre para que lo comprara a nombre de su sociedad, pero pertenecía al DJ y su familia. "A las diez, once de la mañana, recibe una llamada en el que le piden que a las doce estuviera aparcado en la puerta de Cantora", ha contado Mila. "Si tiene mi madre lo que hay que tener que venga mi madre a mi casa, que yo tengo el coche en la puerta, y le doy las llaves en la mano", le contaba el artista, muy enfadado, durante su conversación con la colaboradora.
"Kiko insistía en que él no fue a televisión a hablar de su madre y decía '¿por qué tenía que entrar en directo y dejarme como una mierda'", ha contado Mila. "La estuvo esperando una semana", ha añadido, explicando que el DJ no llegó a recibir nunca la visita de la tonadillera, a pesar de que viven a una hora de distancia. Los motivos que le dio eran varios, desde que estaba resfriada hasta que había prensa en su puerta o que doña Ana no estaba en su mejor momento. Además, la colaboradora ha revelado que al terminar la entrevista se quedó con mal cuerpo por haber escuchado a Kiko hablar así de su madre.
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Esta polémica televisiva entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja comenzaba a mediados de octubre, cuando el DJ acudía al plató de Sálvame Deluxe para hablar de su relación con Irene Rosales y terminaba desvelando que estaba pasando un mal momento a nivel anímico. La tonadillera levantaba el teléfono y le rogaba que por favor no hablase más de ello públicamente y que contase con su familia. Desde entonces, la situación entre ellos no ha hecho más que empeorar por las declaraciones cruzadas, sus conversaciones públicas y los comentarios que han hecho a terceras personas y que han salido a la luz.
El sevillano, de 36 años, se aleja cada vez más de su madre, sobre todo, tras leer artículos en los que se dice que la cantante culpa de todo a Irene Rosales. "¿Sigues, no? Que bien se te da echarle la culpa a otros cuando la única culpable eres tú, no me pienso callar absolutamente nada. Desde este mismo momento dejas de ser importante para mí", aseguró hace unos días el DJ en sus redes sociales.
¿Va a seguir hablando de la relación con su madre? Kiko Rivera responde