Amante del género de revista, de toda la vida, Alaska se muestra encantada de dar vida a una vedette en La última tourné, una obra dirigida por Félix Sabroso que cuenta con un elenco encabezado por Bibiana Fernández, Manuel Bandera y su marido, Mario Vaquerizo. En el Teatro Calderón de Madrid, donde acaba de aterrizar esta divertida comedia, en HOLA.com hemos hablado con la cantante de esta nueva incursión como actriz, además de muchos otros temas: desde su reciente debut como presentadora de Cine de barrio al último retoque estético de su marido, pasando por la inquietud que siente por su madre, América Jová –que ya tiene 91 años–, en plena pandemia.
¿Cómo ha sido esta tourné tan accidentada, hasta llegar a Madrid?
Me parece que todo lo anterior a la pandemia pasó hace siglos. Nosotros estuvimos hasta el último día haciendo la obra. En Zaragoza estuvimos el seis de marzo, la semana anterior del confinamiento. Nos quedamos sin hacer solamente Córdoba, que era cuando terminábamos con la gira y nos poníamos Mario y yo a ensayar con los conciertos. La vuelta ya estaba programada de antes para Madrid, así que no hemos alterado prácticamente el calendario. Lo que nunca supimos es que podíamos llegar de verdad al Teatro Calderón como estaba previsto. Ha sido un sueño poder hacerlo.
¿Cómo os veis Mario y tú con estas caracterizaciones tan peculiares?
Antes llevaba el pelo rojo, aunque no era este color. Éste es un rojo que hemos buscado, más años noventa, que es donde se ambienta la obra y era el que llevaban las presentadoras de entonces de Telecinco. Mario, que siempre se había querido ver rubio, está feliz.
¿Te convence su look?
Sí. Con raíz, sí (ríe).
¿Cómo es trabajar en familia, con Mario, Bibiana y Manuel?
Fantástico. Ahora no es como cuando te vas de gira, que en la puerta de casa ya estás con los demás: en furgoneta, llegando a los hoteles, parando a comprar… Pero es muy agradable saber que todos los días de la semana, menos dos, estamos aquí. Es una rutina que se agradece y más en este momento.
¿Te sientes segura al actuar en plena pandemia?
Sí. Seguridad, toda. Yo me siento más segura en todos los trabajos que hago que en cualquier otro entorno. Aquí siempre vas con mascarilla y ni se te ocurre quitártela. Cuando estás en otro entorno más familiar, más de amigos o en la calle... La gente se olvida. Entonces, trabajando en un entorno como los teatros, que está todo acotado, me siento muy segura, segurísima. Y espero que los espectadores también se sientan segurísimos.
Arrancas el curso con otro gran estreno, convirtiéndote en presentadora de Cine de barrio.
¡Eso no me lo esperaba! (ríe). Estoy feliz, encantada. Sentarme y que venga gente como María José Alfonso, como el otro día… Yo me derretía. También ver las películas antes, recordar los secundarios… Todo me gusta.
¿Qué es lo mejor?
Todo. Es que es el conjunto. También hay una cosa que es el pensar “estoy haciendo Cine de barrio”. ¡No me lo puedo creer!
¿Lo vives con vitalidad o como si estuvieras afrontado una etapa madura?
Creo que hay un error en pensar que son películas para una determinada edad, que el público es de una determinada edad o que te toca porque llegas a una determinada edad. Me hubiera encantado hacer Cine de barrio con los Pegamoides y no sabes lo que hubiera sido eso: con Carlos Berlanga… Ese cine era ya nuestra referencia y nuestra influencia cuando teníamos quince años.
Pero, cuando tenías catorce años, ya eras punk. ¿Veías esas películas?
Pero, ¡por favor! Absolutamente. No tienes más que ir a la hemeroteca y ver nuestras entrevistas. Y te recuerdo que uno los miembros de los Pegamoides era hijo de Luis Berlanga. Para nosotros, el cine español de esa época era fundamental.
¿Qué consejo te ha dado Concha Velasco para sucederla?
Concha no me dio consejo alguno. Es una persona que no sería capaz. Nada más me dijo que lo disfrutara, que le parecía genial que cayera en mis manos, porque era diferente, no era otra actriz. También porque sabe que me gusta mucho y lo venero. Entonces, me dijo que estaba tranquila y eso es suficiente.
Siendo tan mitómana como eres, ¿qué artista de los que aparecen en las películas de Cine de barrio te gustaría conocer?
De alguna forma los conozco a todos porque, sin ser actriz, siempre he estado vinculada con el mundo del cine y siempre he tratado con todo el mundo del cine.
Y es conocida tu afición de comprar y pujar por objetos de coleccionista de estrellas. ¿Tienes algo de algún actor o actriz de las películas de Cine de barrio?
Tengo una película de cine, de un súper ocho, de una película de Sara Montiel. Me lo regaló un fan. No tengo el aparato para verla, pero tengo la cajita con su película dentro.
Hablando de cine, ¿cuándo volverás a rodar otra película?
Es que no me lo planteo. Es como si me preguntas hace seis meses que cuándo iba a volver a presentar otro programa de televisión… No me lo planteo.
¿Cabe la posibilidad de volver a hacer algo con Pedro Almodóvar?
Eso se lo tienes que preguntar a Pedro, claro. Los directores, como Almodóvar o Amenábar, que es íntimo amigo mío… No porque sea una persona amiga tiene que trabajar contigo.
¿Alguna vez se llegó a plantear la idea de volver a hacer algo con Pedro aunque no cuajara al final?
No, nunca jamás. Hay un millón de actrices en el mundo. ¿Por qué Pedro va a volver? ¿He vuelto a llamar al productor de mi primer disco? No. Hay muchos productores en el mundo.
¿Cómo está Mario, tu marido, de la artrosis?
Muy bien. Lleva la rehabilitación a rajatabla, el gimnasio a rajatabla, el masaje a rajatabla… Lo lleva muy, muy bien, por suerte.
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Antes del verano, Mario se hizo un retoque. Al menos, dicen que se sometió a una ginecoplastia… ¿Cómo le ves ahora?
No fue una ginecoplastia, porque no se quitó la mama. Fue una liposucción. Ahora le encuentro fenomenal. Ya no se le abren las camisas, que eso le daba mucha rabia.
¿Tiene intención de hacerse algún otro retoque?
Pues no le he oído que quiera algo más.
¿Y tú?
Todo lo que pueda cuando pueda, pero nunca tengo tiempo.
¿Cómo llevas la carrera de Historia, que sigues estudiando a distancia?
Fatal. Ahora, con Cine de barrio, imposible. Trabajo siete días a la semana: trabajo los martes y los jueves en EsRadio, los sábados en Onda Cero, el lunes grabo Cine de barrio… Y tengo que hacer otras cosas.
¿Cómo has vivido la pandemia? ¿Con miedo?
Tengo más miedo ahora. Al estar aislados es más fácil, porque tenía a mi madre controlada. Pero ahora mismo, todos intentamos tirar para adelante, trabajar… Mamá también intenta seguir con su vida, lo cual me parece muy bien, porque, si no, se va a morir de asco en casa, y eso lo hace más complicado.
¿Te preocupa por ella?
Claro que sí, claro que sí.