Pepe Flores se convirtió en ganador de Gran Hermano 12+1, edición llamada así por petición especial de Mercedes Milá, en el año 2012. Para los supersticiosos, como la presentadora del reality, el 13 puede traer disgustos y mala suerte, pero para el bailaor solo es sinónimo de victoria y felicidad. Formado en danza Española y Flamenco en diversas escuelas y en el Conservatorio de Danza de Barcelona, el exconcursante permaneció en la casa Guadalix de la Sierra 130 días y se hizo con el cariño de los telespectadores, que le hicieron ganador del programa y de un maletín con 300.000 euros. Aunque a algunos ganadores del formato no les ha ido tan bien las cosas, la popularidad no despistó al exparticipante, quien tenía claro en qué invertir la suculenta cantidad de dinero. Después de la experiencia y de hacer alguna entrevista, el andaluz se centró en cumplir su verdadero sueño: fundar su propia compañía de baile.
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Pero además, Pepe no solo ha conseguido alcanzar sus metas laborales, sino también las personales. El malagueño se convirtió en padre durante la pandemia y está muy orgulloso de su pequeño, quien acaba de cumplir seis meses. "Conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje... Conjunto de personas que comparten alguna condición, opinión o tendencia.", escribía el bailaor en un mensaje que compartió con sus seguidores junto con una foto familiar. ¿Quién es su mujer? ¿A quién pertenece su corazón? Al poco tiempo de convertirse en ganador del mítico programa de Telecinco, Flores conoció a su media naranja, Marina Pérez, con quien precisamente coincidió por primera vez en los pasillos de Mediaset. "Ella fue al concurso Miss Lady, representando a Badajoz. Luego coincidimos en una conocida discoteca madrileña y allí hablamos más. Nos dimos el teléfono y hasta hoy", confesaba el Premio Nacional de Danza de Baile.
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Su mujer, con la que lleva más de siete años, ha trabajado en moda, en el mundo de la fotografía y a veces también como azafata. La vida de la pareja, que vive desde hace un tiempo en Barcelona, cambió totalmente el pasado 14 de abril, ya que en pleno confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus dieron la bienvenida a Pepe Flores Jr, su primer hijo. "Alegrías de la vida", escribía el malagueño al ver la cara de su bebé. A pesar de que el nacimiento les ha llenado de amor, ilusión y felicidad, los últimos meses de embarazo y el parto no fueron nada fáciles. "Fueron un montón de horas en el paritorio, a nuestras familias les hubiese gustado poder ayudarnos. Cuando uno piensa en ese momento se imagina saliendo de allí y que todos te esperen deseando ver al niño… Pero no estaban con nosotros", revelaba a Telecinco en bailaor.
Aunque finalmente todo salió bien, lo cierto es que tras la buena nueva los proyectos de Pepe se han ido cancelando por la Covid-19, lo que él ha aprovechado para centrarse en su paternidad. "Bueno... Después de tanta noticia mala... Los brotes, anulación de galas, no poder tocar a mis padres… Algo bonito en mi vida… Los cuatro meses de mi niño. Nunca pensé que los paseos serían así… ¡Con ganas de volver a la normalidad y poder ver a la familia!", expresaba en una publicación junto a una de sus instántaneas.