Han pasado siete años, pero el amor sigue intacto, como el primer día. Raquel del Rosario y su marido Pedro Castro han marcado un año más la fecha de su boda en el calendario de celebraciones. En este 2020 suman siete años, demostrando que por mucho que pase el tiempo su relación sigue exactamente igual que el primer día. Han compartido sendas imágenes que no dejan lugar a dudas y tampoco requieren más que un puñado de palabras, pues cuando los gestos hablan hay que dejar que lo hagan. “¡Convirtiendo el miedo en amor! Nadie dijo que sería fácil pero aquí estamos siete años después” escribió Pedro, mientras que Raquel simplemente dejó que la etiqueta “el mejor compañero de viaje” definiera a su marido.
Raquel del Rosario habla con valentía del diagnóstico médico de su hijo Leo, 'el niño hada'
Ha sido este un viaje en pareja en el que han tenido dos hijos, Leo, de seis años, y Mael, de cuatro, y en el que han enfrentado unidos el diagnóstico de su hijo mayor, que tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA). El niño hada, como le llama cariñosamente la familia, ha enseñado mucho a sus padres. Así lo aseguraba Raquel hace solo unas semanas con motivo de su sexto cumpleaños. “Hoy hace seis años que nacimos, él como hijo y yo como madre. Ay Leito… cuántos sentimientos me generas a diario, mi niño hada, qué difícil es a veces descifrarte, pequeño gran maestro”.
Una lección de vida
No fue sencillo, como ha explicado la artista en algunos momentos, pero el diagnóstico le dio tranquilidad. ¿El motivo? Su hijo por fin "iba a empezar a trabajar con gente especializada y, sobre todo, iba a relacionarse con niños que veían el mundo de una forma similar a como él lo hacía". Raquel ha reconocido que se siente desbordada en algunas ocasiones, aunque también asegura que ha aprendido cosas muy importantes. "Ha venido a enseñarnos que el lenguaje del amor no entiende de palabras ni de idiomas".
Raquel y Pedro llevan una vida alejada de los focos, centrada en su familia y disfrutando de la naturaleza de Estados Unidos, donde tienen fijada su residencia. La eterna luna de miel en la que viven la cantante y el fotógrafo comenzó a principios de 2012. El 22 de octubre de 2013 se dieron el "sí, quiero" en California, en una ceremonia sin invitados. “Siempre he pensado que una boda debe ser una celebración acorde a la personalidad de cada uno, y los dos lo tuvimos claro desde el principio: ‘solos tú y yo’”, explicó la cantante entonces.
Raquel del Rosario muestra las “genialidades” del autismo de su hijo