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Desde que se conoció este martes el triste fallecimiento de Fernando Falcó, marqués de Cubas, a los 81 años, han sido muchos los familiares y amigos que han querido arropar a la familia Falcó en estos momentos tan duros. Un día después de que se produjera su dolorosa pérdida, sus restos mortales han sido depositados en el cementerio madrileño de San Isidro, donde descansarán para siempre. Hasta allí se ha acercado Esther Koplowitz, que estuvo casada con el marqués de Cubas entre 2003 y 2009. A pesar de estar divorciados, nunca perdieron el cariño y la cercanía. Además de la empresaria, que estuvo acompañada por su hija Esther Alcocer Koplowitz, también han acudido al entierro otros familiares como sus sobrinos Tamara, Xandra y Manuel Falcó, entre otros muchos allegados que han querido rendirle su último y particular homenaje.
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De riguroso negro y con unas grandes gafas oscuras cubriéndole parte del rostro, la vicepresidenta primera de FCC ha querido de esta manera dar su último adiós a su exmarido y arropar también al hijo de este, así como al resto de la familia. Hasta el camposanto han llegado multitud de coronas y ramos de flores en recuerdo de Fernando Falcó. Muy afectada, Tamara Falcó, que perdía a su padre hace tan solo siete meses, estuvo hablando con Isabelle Junot, la novia de Álvaro, que se ha convertido en su mejor apoyo durante estos días tan difíciles. La hija de Isabel Preysler guardaba una estrecha relación con su tío, que además era su padrino.
También la familia Chávarri ha estado presente en el tanatorio, el martes, y en el cementerio, un día después, para estar junto al joven empresario tras la muerte de su padre. Entre ellos los hermanos de Marta Chávarri, madre de Álvaro y primera esposa de Fernando Falcó. Tanto Marta como María son hijas del embajador y escritor Tomás Chávarri del Rivero y de Matilde de Figueroa y Gamboa, hija del marqués de Santofloro, nieta del conde de Romanones y hermana de Natalia Figueroa, casada con el cantante Raphael y tía abuela de Álvaro. Natalia también acompañó a su sobrino nieto en este trance. Hasta el velatorio, asimismo, se acercaron muchos rostros conocidos como Rosauro Varo, Javier Martínez de Irujo y Alonso Aznar, que quisieron acompañar a Álvaro, quien heredará el título nobiliario de marqués de Cubas.
Fernando Falcó estuvo casado en dos ocasiones. La primera de ellas fue con Marta Chávarri, bisnieta del conde de Romanones, con quien pasó por el altar en 1982. Su matrimonio duró siete años y fruto de él nació su único hijo Álvaro, que está atravesando esta etapa tan complicada con el gran apoyo de su novia Isabelle Junot. Tras divorciarse y después de varios años, el marqués de Cubas rehizo su vida con Esther Koplowitz. La pareja se dio el 'sí, quiero' el 7 de junio de 2003, en una ceremonia civil que se celebró en la más absoluta intimidad, a la que solo acudieron los testigos y de la que no trascendió el lugar. Este fue el segundo matrimonio para ambos, pues Esther había estado anteriormente casada con el empresario Alberto Alcocer, padre de sus tres hijas: Esther, Alicia y Carmen. A pesar de que se separaron en el año 2009, nunca perdieron el cariño y la cercanía y han estado muy unidos hasta el último día, pendientes el uno del otro. La relación era tan estrecha que la empresaria y filántropa ha querido estar presente en la última despedida del que fue su marido.
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Fernando Falcó perteneció a una de las familias nobiliarias más importantes de España y sus lazos con la monarquía se remontan a su niñez. Fue uno de los ocho niños que compartió pupitre con don Juan Carlos en el colegio que se creó para educar al joven Príncipe en la finca Las Jarillas. Además, ambas estirpes han estado muy unidas desde hace décadas. A pesar de ser una de las personas que mejor conocía al padre de Felipe VI, al marqués de Cubas no le gustaba presumir de su amistad y aseguraba que no se consideraba "amigo de don Juan Carlos, sino que le considero una persona a la que quiero y respeto mucho". Un cariño que hacía extensible a la infanta Elena, con la que en más de una ocasión compartió tendido en las plazas de toros.
Igualmente destacó por su brillante carrera profesional como empresario. Fue presidente del Real Automóvil Club de España (RACE) entre 1976 y 2002, que ha lamentado su pérdida, y desempeñó varios cargos como el de vicepresidente de Sogecable, consejero de Vivendi Universal y de FCC Construcción, además de asesor de Citroën y miembro del consejo regional de Asepeyo.