La historia más personal de Jesús Calleja tiene nombre de un dios hinduísta: Ganesh. Él mismo la ha compartido en alguna ocasión. El aventurero es padre de tres hijos adoptivos procedentes de Nepal que han conseguido formar sus propias familias en nuestro país. Además, también es abuelo de uno de ellos, Ganesh, el primero del que se hizo cargo cuando tan solo tenía 29 años -ahora el leonés tiene 52-.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Foto a foto, la casa leonesa de Jesús Calleja con helipuerto incluido
"Una vez estaba visitando un templo con unos amigos y vino un chaval muy gracioso que nos hizo de guía. Al cabo de unos años me lo volví a encontrar, y descubro que es un niño de la calle. Estaba muy enfermo, tenía una tuberculosis terrible de la que no se recuperaba y pensé que en Nepal se iba a morir, así que me lo traje a España. Estuvo un año en el hospital y cuando se recuperó me dijo que no se quería ir", contó Calleja en el programa Mi casa es la tuya ante un Bertín Osborne muy interesado en esa historia.
Esta semana, el aventurero ha vuelto a recordar ese momento de su vida, esta vez en su programa Volando voy y con una interlocutora distinta, María, la invitada -artesana de la mantequilla y el queso- en cuestión. Una mujer que reconocía que siempre había tenido claro que quería tener hijos. "Tus hijos los puedes tener tu o te los puedes encontrar por la calle, y me llamó la atención porque vi en ti la capacidad de poder ver un hijo tuyo en la calle", recordaba antes de emocionarse visiblemente.
"Yo lo encontré en la calle, con problemas además muy graves y decidí a una edad muy joven la locura de sacarle de la calle. Imagínate llegar a casa con un niño. Yo vivía con mis padres: 'Mamá, mira lo que traigo'. Tuve bronca con mi madre, porque dice 'eso se habla. No puedes llegar a casa y meter a un niño'. ¿Pero luego sabes lo que pasó? Que todos los niños de su pandilla, de la banda, porque era una banda de la calle, todos han muerto, y solo quedó él. Quedó él porque...", ahora era Calleja el que se emocionaba notablemente al recordar ese episodio.
",,, porque le viste. Es una suerte que alguien te vea, ¿verdad?", acababa la frase María. "Sí Y ahora le ves ahí contigo en la quesería, riendo todo el día, feliz, se ha casado con una chica de León, tiene un niño y dices: 'Jo, solo con que hagamos un poco, cambias la vida de un crío' y luego se genera una vida alrededor que es increíble y que fluye. Y somos muy deshumanizados, en general, porque unos tenemos tanto y otros no tienen nada y los vemos y no hacemos nada por nadie", concluía el presentador.