En otoño de 2018, Lucía Rivera se instaló en París. La hija de Blanca Romero tenía claro que la capital francesa era el sitio ideal para abrirse camino en el mundo de la moda, al que quería dedicarse en cuerpo y alma. Su aterrizaje no pudos ser mejor y, por fin, estaba "haciendo realidad" su sueño. "Una maravilla... mucha gente, muchas modelos, mucha más competencia, obviamente. Allí no soy tan conocida como aquí, así que lo que me toca es ganarme la vida", confesaba en aquel momento en referencia a su estancia en la ciudad del amor.
Lucía Rivera, más parisina que nunca en sus estilismos
Meses después comenzaba a vivir a caballo entre París, Madrid y Barcelona, coincidiendo con el inicio de su relación con el piloto Marc Márquez. Muchos se preguntaban, en febrero de 2019, si la modelo dejaría su vida en el país vecino por amor, algo que se afanaba en negar el ocho veces campeón del mundo de motociclismo. Lo cierto es que Lucía Rivera comenzó a dejarse ver con mucha más frecuencia en España.
Y así fueron pasando los meses y este año, después de disfrutar de unas vacaciones de verano atípicas, regresó a Madrid y a Barcelona para asistir a la Semana de la Moda. Pero esas dos ciudades no eran, ni mucho menos, el destino definitivo. La hija de Blanca Romero volvió a hacer las maletas decidida a volver a París, el lugar en el que había intentado hacerse un hueco sobre las pasarelas. Su idea aquí es hacer castings y trabajar todo lo que pueda, aunque tal y como explicó recientemente a sus seguidores, esta mudanza no es definitiva.
En París se siente Lucía Rivera como pez en el agua. "Para mi trabajo es genial y sobre todo vivir en una ciudad que todo lo que te inspira es maravilloso", manifestaba hace apenas unos días, en los que no ha dejado de compartir lo feliz que se encuentra recorriendo algunas de las calles de la ciudad o conociendo rincones míticos como las típicas cafeterías parisinas.