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El pasado Sábado Deluxe, María Teresa Campos acudía al programa de Mediaset para denunciar una serie de mensajes de acoso que está recibiendo y puntualizar algunas mentiras que se han vertido sobre ella y sobre su ruptura con el humorista Edmundo Arrocet. La entrevista no fue como Jorge Javier Vázquez quiso porque la presentadora no estaba dispuesta a hacer frente a todas las críticas en las que se han visto envueltas tanto ella como sus hijas Terelu y Carmen Borrego, algo que no gustó al catalán. Por eso, el presentador de Sálvame ha tenido unas palabras muy duras con la matriarca de la familia, con la que ha dicho sentirse triste, decepcionado e incluso se sintió maltratado durante la noche del sábado. "Prefiero no hablar y me está costando muchísimo, no lo estoy pasando nada bien y no sé hasta cuándo aguantaré sin hablar porque ella sabía perfectamente a lo que venía en todo momento", comenzaba relatando muy enfadado.
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La reacción de Edmundo Arrocet a la última entrevista, entre lágrimas, de María Teresa Campos
Jorge Javier relataba que el sábado después del programa su madre le llamó muy preocupada por cómo le vio tras entrevista y para decirle que no le había parecido nada bien la actitud de María Teresa: "Me acuerdo de la voz de mi madre, que tiene 80 años y de sus palabras y si hubiera tenido delante a Teresa en ese momento, no sé qué le habría dicho", explicaba el presentador. "Creo que jamás la he escuchado hablar con un tono de voz tan entrecortado, tan preocupado, tan indignado. Su primera pregunta fue: '¿Estás bien?'. Yo dije que 'claro', pero había salido de una entrevista que fue un auténtico shock. No acababa de calibrar lo que había sucedido", añadía Jorge. Además, la madre de Terelu y Carmen Borrego había asegurado que ella había avisado y dejado atado con el programa sobre lo que se hablaría, algo que el catalán ha desmentido: "He preguntado si se pactó que no se iban a tratar estos temas y me han dicho que nunca, por muy ahogados que estuvieran en dirección, jamás habrían podido prometer una cosa así. Bajo ningún concepto se le dijo que no tenía que enfrentarse a hablar de sus hijas. Ella puede contar la versión que quiera, lo que no puede hacer es mentir".
"Lo que me acabó de descolocar es que después de la noche que me hizo pasar, que probablemente fue una de las peores de mi vida televisiva, cuando se fue a despedir me dijo, 'te quiero mucho'. Estoy muy asombrado e inquieto porque se podía haber liado tremenda, de una forma horrorosa y desde luego los titulares no hubieran sido por su actitud prepotente y soberbia, sino porque yo me hubiera ensañado con ella", revelaba muy enfadado. El presentador confesaba que tuvo que hacer un serio ejercicio de contención para no responder a ninguna de las provocaciones de las que en, en su opinión, fue objeto: "Desde el momento en el que Teresa se sentó su único propósito era sacarme de mis casillas y que yo ofreciera la peor versión de mi mismo. No lo consiguió, pero no siempre es posible. Y que unas trampas te vengan por parte de una señora a la que conoces y quieres desde hace 20 años… entenderán como me siento y qué desazón tengo", relataba Jorge.
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El conductor de Sálvame comentaba que quiere creer que María Teresa no es mala persona, pero que no encuentra argumentos para que no lo sea, algo que le tiene "roto". "Ella no tolera que alguien quede por encima en un plató. Tengo una mezcla entre tristeza y decepción porque no es la primera vez que me siento maltratado por ella. Por mi parte no tengo ningún interés en tener relación ni con ella ni con sus hijas. Ninguna de ellas ha sido capaz de llamarme para ver cómo estoy o para pedir disculpas", explicaba el presentador a sus compañeros. "Yo, de verdad, por honestidad y amor a mi familia, que está por encima de mi profesión y otras cosas, lo siento pero no debía permanecer en silencio. No tengo más que decir. Y ahora me siento liberado", concluía Jorge.
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