Carla Bruni cuenta cuál es su plan soñado junto a Nicolas Sarkozy al amanecer

Hace trece años que Carla Bruni y Nicolas Sarkozy se casaron, siempre rodeados de polémica por su relación, y pese a que las apuestas no estaban a su favor, siguen tan enamorados como el primer día. Además, pasada la etapa presidencial, han conseguido retomar sus carreras y compaginarlas con su matrimonio a la perfección. Si en verano fue el político el que tuvo su momento, con la publicación de su libro, ahora es la cantante, que saca nuevo disco, quien se lleva toda la atención del público. Es su primer álbum con canciones originales en siete años y en él habla de la llama del amor que todavía no se ha apagado en su vida.

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Antes de conocer a Sarkozy, Carla admite a la revista francesa Paris Match que fue muy inmadura en el amor, que se protegía haciéndose la valiente, la libre, dando la impresión de que siempre hacía lo que ella quería. "Cuando llegué al matrimonio y la fidelidad me sorprendió mucho, nunca lo había conocido, dejé de lado mis armas para no perderle, para conquistarle. No lo haría hecho por otros", comenta, sincerándose sobre esos primeros pasos en su relación. Lo cierto es que la relación entre la modelo y Nicolas fue cuestionada en un primer momento, nadie se la creía. Según cuenta la intérprete de Quelqu'un m'a dit la gente pensaba que ella estaba solo interesada en la posición social que tenía el político, que era desde 2007 el vigesimotercer presidente de la República Francesa. "Fue un gran honor y un gran momento de mi vida, pero no podemos decir que eso era lo que me atraía, lo que me atraía era él", añade.

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Y en su relación con el político de 65 años, Carla también encontró el equilibrio perfecto entre el compromiso y la libertad, algo que les funcionaba, que les completaba y cuyo contraste les sorprendía: "Soy libre de estar casada, de estar en este gran amor, pensaba que el matrimonio era una prisión y en realidad me da alas". Y todo marcha para ellos porque Sarkozy siempre se ha tomado las cosas en serio, y es para la cantante "profundamente masculino" y también "alfa", pero sin ser ella "muy omega" consiguen encontrar un punto medio.

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Redefinir el deseo

Carla se centra en este álbum en temáticas como el deseo, que dice que ha "redefinido" su vida recientemente. Después de 13 años de amor, algo que le produce verdadero placer es tan sencillo como subirse en un coche conducido por su marido, sin nadie más, y sin planear nada ir junto al mar. "Llegar a Knokke-le-Zoute al amanecer, exhaustos y enamorados, eso me vuelve loca", comparte. "Cuando se lo cuento a él se ríe porque él sigue siendo realista, pero cuando oye la canción en la que hablo de eso se le ponen los ojos vidriosos porque en el fondo todo el mundo quiere ser libre", insiste, entre risas.

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Un álbum sincero y romántico

En este álbum, la cantante de 52 años que se casó en 2008, habla "de las dos cosas que me interesan en la vida, el resto es literatura", comenta señalando el amor y la muerte como estos temas. "No el amor de toda la vida juntos sino el de la urgencia, el de verdad", explica. Cuando le preguntan si a día de hoy aún sigue experimentando ese amor intenso que menciona, ella responde que sí pero que le gusta la sensación de que en cualquier momento todo puede terminar. Sin embargo, tras trece años su historia sigue viva y a la misma intensidad que siempre: "Es una relación que todavía me atrapa a día de hoy. Es fantástico. No hay espacio para nada más, bueno, sí para la música y para soñar, pero él se ha convertido en mi vida".