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Belén Esteban contó que había engordado casi seis kilos durante sus vacaciones en Tenerife con su marido, Miguel Marcos. "Estoy como una bola", aseguró en el plató de Sálvame, una declaración que provocó las risas de sus compañeros. "Tengo más tripa que cabeza", añadió en tono de broma. En aquel momento los rumores sobre un posible embarazo cobraron más fuerza que nunca, pero ella repetía una y otra vez que sus nuevas curvas no se debían a que fuera a ser madre de nuevo. "No empieces con las tonterías que van a decir que estoy embarazada", le pidió a Jorge Javier Vázquez. "Solo he cogido unos kilos de más porque he comido más y estoy gordita", aclaró, y anunció que iba a ponerse manos a la obra para bajar de peso porque no se veía bien en pantalla.
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La de Paracuellos está logrando su objetivo a base de ejercicio físico -camina todos los días seis kilómetros- y sus compañeros ya se han dado cuenta del cambio. "Se te nota, Belén", le dijo Alonso Caparrós. Tras los piropos, la tertuliana llegó a casa, se subió a la báscula y compartió con todos los seguidores cuánto pesaba: 64,1 kg.
La dulce etapa que atraviesa Belén Esteban
La colaboradora está viviendo una etapa muy dulce junto a su marido. La pareja celebró su primer aniversario de boda el pasado 22 de junio y ya está pensando en darse otra vez el 'sí, quiero', pero por la Iglesia. "Me casaré por la Iglesia en cuanto pueda. Es la ilusión de Miguel y así lo haremos", reveló en la revista ¡HOLA! con motivo de su boda.
Además, la de Paracuellos ha confesado en más de una ocasión su deseo de ser madre. "Ya tengo una edad y el problema de que soy diabética, pero quiero tener hijos con Miguel. Si vienen, serán bien recibidos", confesó en la citada publicación. De momento, la niña de sus ojos sigue siendo Andrea y, aunque la colaboradora no quiere hablar de ella, sí ha revelado que la joven "está muy contenta porque me ve feliz".