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Leticia Sabater es una firme defensora de la cirugía estética. Así lo ha demostrado con todas sus operaciones, especialmente desde que pasara la barrera de los 50, de las que ha hablado abiertamente en los platós de televisión. Lo hace ahora en Sábado Deluxe como en los 90 lo hizo en Crónicas Marcianas, donde confesó que se había equivocado con una operación de pecho que le obligó a volver a pasar por el quirófano. Pero por aquel entonces su alegato ya era claro: "Soy partidaria de mejorar en esta vida (…) si tienes una nariz como Pinocho, te puedes operar perfectamente". Tras operarse dos veces de estrabismo, hacerse una reconstrucción íntima y cincelar su cuerpo en distintas zonas, ahora ha aprovechado estos meses de parón después de su paso por La casa fuerte para entrar de nuevo al quirófano.
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Quien fuera presentadora de Mucha marcha se habría sometido a una blefaroplastia, tal y como aseguran desde Fórmula TV. Se trata de una reparación de los signos de envejecimiento, que consiste en retirar la piel sobrante de los párpados superiores y la eliminación de bolsas en los inferiores. Una intervención quirúrgica que dura aproximadamente una hora y de la que se estaría recuperando actualmente. El medio apunta que Leticia habría confiado en el Doctor Ángel Martín de la clínica Menorca para la intervención, con la que ella sigue su puesta a punto de cara al estreno de un nuevo villancico navideño, que ya ha revelado que se lanzará el 23 de noviembre.
Es posible que próximamente desvele los resultados del retoque en algún programa de televisión como viene siendo habitual y que haga partícipes a sus seguidores del cambio a través de las redes sociales. La intérprete de El Polvorrón utiliza esta plataforma para hablar abiertamente de todos los tratamientos a los que se somete para paliar los signos de la edad. Sin ir más lejos, hace apenas unos días publicaba una imagen en la que se la ve en pleno proceso de despigmentación con láser; una técnica a la que ha recurrido para eliminar manchas de su rostro y la micropigmentación de cejas con la que no se sentía a gusto.
Poco antes hacía pública la reconstrucción de su sonrisa con unas carillas nuevas y un proceso de blanqueamiento dental, así como un tratamiento de radiofrecuencia 3D para estimular el colágeno de la piel de su rostro. Pero, sin duda, su último gran cambio fue la lipoescultura corporal a la que se sometió en 2019 con la que retocó sus bíceps, espalda, glúteos y abdomen y le permitió lucir orgullosa su six pack. "Es mi propia grasa, no llevo ninguna prótesis", confesaba tras la intervención. Dos años antes había puesto fin definitivamente a su ojo ‘rebelde’ después de que se hubiera operado de estrabismo tiempo atrás.