La mayor parte del público la conoce por su paso por la academia de Operación Triunfo. Participó en el talent show musical en una de sus ediciones más exitosas, la de 2017, aquella de la que salieron Aitana, Ana Guerra, Amaia Romero o Lola Índigo. Pero Mireya Bravo había probado suerte anteriormente en otros tantos programas como Veo veo, Menuda noche o Se llama copla, en Canal Sur. Fue de las primeras en sacar, recién salida de OT -fue la sexta en hacerlo-, un álbum de estudio, llamado Mi reflejo, que rápidamente se colocó en el número dos en ventas.
En los últimos tiempos tiene claro, no obstante, que quiere centrarse en los singles independientes, no en los sencillos. De ahí su última colaboración, con su compañero de la academia Raoul. El tema Pídeme es el resultado de este trabajo, que nos ha llevado a conversar con ella desde HOLA.com.
La foto de Mireya, de OT 2017, que ha desatado los rumores de compromiso
Portada de disco rompedora y de inspiración cinematográfica. ¿Era lo que buscabas?
Totalmente. Era intencional. Queríamos sorprender y romper con los esquemas. Ahora mismo estoy muy emocionada porque es una canción muy emotiva e importante para mí. Con ella quiero transmitir al público la sencillez, pero la profundidad del tema, que es muy bonito aunque muy duro. Quiero que la gente se meta en el papel y quiero contar una historia que a la mayoría nos ha pasado: que una relación se termina pero ella está esperando que le pida que no se vaya, que le hable, que le diga algo...
Siempre antes de sacar nuevo single tienes nerviosismo. Y este está teniendo bastante buen recibimiento y no puedo estar más orgullosa. A la gente le está llegando y hemos estado en el Nº1 de iTunes, en Argentina...
Colaboras con tu compañero y amigo Raoul, ¿ya estás pensando en el siguiente dueto?
Estoy muy contenta y feliz por todo lo que me está pasando. Cuando le ofrecí el single a Raoul lo escuchó, aún no estaba terminado, y le encantó, así que lo acabamos con él. Ahora no me cierro a nada, estoy muy contenta con mis compañeros de 'ot' y con cualquiera sería un orgullo, aunque apuntando alto y al margen de lo de India Martínez me gustaría trabajar con Manuel Carrasco, Vanessa Martín o Malú. Ahí dejo el guante.
No tienes techo ahora mismo...
Mi gran meta, y ojalá se cumpla, es vivir de lo que siempre he querido y he soñado: vivir de la música. Sé que es muy complicado y sacrificado, pero quien algo quiere algo le cuesta y yo me lo estoy currando mucho. Si llego, perfecto y maravilloso. Si no, pues al menos lo puedo contar, he hecho muchas cosas y estoy orgullosa. Haga lo que haga, siempre intento tener los pues en el suelo.
En esa larga lista está no solo cantar, sino implicarte en todo el proceso creativo
En mi primer 'hijo' no tuve voz ni voto. No me gustó porque un artista debe tenerla para poder defenderlo en el escenario. Estoy orgullosa de tener un disco en el mercado, ojo, fui número 2 en España y fue de los discos más vendidos. Por ese lado claro que estoy orgullosa.
¿Pero?
Echaba de menos tener un poco más de voz y voto. También hacer la gira que se dijo que se iba a hacer y luego no. Eché de menos el trabajar porque no podía tampoco y era un quiero y no puedo. No dependía de mí. Yo seguí lo que me dijeron, las pautas desde la discográfica. Lo que es innegable es que el programa se portó muy bien conmigo, porque no todos mis compañeros tienen disco, pero lo de los conciertos fue una espinita que tengo ahí. Entonces, cuando me dieron carta de libertad, seguí para adelante.
Y encontraste tu camino...
Yo creo que en ese recorrido aprendes muchas cosas. A lo mejor tienes una bajada y te das contra un muro y dices 'por aquí no quiero tirar', pero de todo se aprende y tampoco me arrepiento. Llevo cantando desde los tres años y donde más me he visto que podía llegar a algún lado fue en 'OT', que me abrió las puertas y aproveché el momento. Ahí te ponen en un escaparate y te ayudan, luego tu tienes que evolucionar.
¿Y en esa evolución tuya contemplaste un cambio de estilo?
La copla la aparqué en su día, pero me dicen 'cántame algo' y me lo canto. El flamenquito me gusta mucho y no me importaría cantar esos dejes, pero mi carrera la quiero enfocar por donde voy ahora mismo. Es verdad que probé el reggaeton y, aunque nunca se puede decir de este agua no beberé, no me veo, no me enfoco. Pero vamos, que me canto lo que me pongan por delante.
Conocemos a la Mireya cantante, pero ¿cómo es Mireya en su día a día?
Soy una persona muy abierta, que lo cuenta todo. Ahora mismo estoy muy bien, en un momento pleno de felicidad. Mi familia es mi gran apoyo y sin ellos no sería lo mismo. Me ayudan muchísimo y estoy muy orgullosa de la familia y de la vida que tengo. Ellos también se sienten muy orgullosos de mí, de no haber tirado nunca la toalla. Porque alguna vez sí que he dicho 'hasta aquí' y siempre me dicen que me lo crea un poquito más. Pero es complicado porque ¿y si me lo creo demasiado? Yo soy muy sincera y muy autocrítica conmigo misma, muy exigente, y debería serlo un poquito menos. Todo tiene su límite. Pero creo que antes de ser artista hay que ser persona.